Si algo caracteriza los desfiles procesionales de la Semana Santa en Fuentes de Ropel se podría decir que es el silencio. Un silencio sobrecogedor que tiene su cúlmen tanto en la hoguera encendida al encuentro de las imágenes de la Virgen Dolorosa y de Jesús Nazareno, al atardecer del Jueves Santo, como en el cántico de la Salve inmemorial que se entona en la noche del Viernes Santo, o incluso con las letrillas del domingo de Ramos.

La parroquia de Fuentes de Ropel abre el programa de la Pasión con un novenario de Dolores para inaugurar los desfiles a partir de las 13,15 horas del domingo de Ramos en el que la comitiva porta ramos de laurel y de olivo hasta la plaza Mayor donde se entonan unas antiguas letrillas recordando la entrada de Jesús en Jerusalén. Una misa penitencial, a las 19,00 horas del Lunes Santo, cantada por el coro parroquial, da paso a las jornadas señeras de la Pasión.

A partir de las 18,30 horas del Jueves Santo se celebran los Oficios y la procesión penitencial en las que las imágenes de La Dolorosa y del Nazareno desfilan cada una por distinto itinerario para realizar un encuentro ante una hoguera encendida unos momentos antes. Un sobrecogedor silencio domina el ambiente con la reverencia de las dos imágenes, como explicaba ayer el párroco Agustín Febrero.

Las imágenes vuelven a salir a la calle, a las 12,30 horas del Viernes Santo, en una nueva procesión. En esta jornada de Pasión, a partir de las 21,00 horas se celebra la procesión del Yacente, una bella escultura del siglo XVII, a cuyo final del desfile se canta una salve inmemorial ante una conmovedora imagen que hace humedecer los ojos de un buen número de fieles que abarrotan la iglesia.

Fuentes clausura el programa semanasantero con la procesión del Encuentro y la misa de Pascua de Resurrección, a las 13,15 horas del domingo 27 de marzo.