La retirada de las vallas de seguridad, en las aceras de la travesía de Vega de Tera, por parte de la Demarcación de Carreteras, viene suscitando no pocas críticas entre los vecinos. "Lo que antes servía y era necesario, ahora no". Resumen así algunos de estos vecinos rechazando la medida, poniendo el acento en la retirada de biondas o "quitamiedos" en uno de los puntos negros de esta carretera N-525 a su paso por la localidad, concretamente en la curva de la calzada, en pleno casco urbano, en el punto kilométrico 40,150, en la confluencia con la calle Iglesia, y donde se han producido varios accidentes de circulación con trágicas consecuencias. En esta curva, la acera del margen derecho sentido Benavente se encuentra elevada casi un metro sobre el nivel de las casas colindantes. Una situación de evidente riesgo peatonal que hace indispensable la instalación de vallas de seguridad.

La retirada de las chapas galvanizadas de las biondas obedece, según le comunicaron a la alcaldesa Tamara Fuentes, personal de la empresa adjudicataria, al cumplimiento de la nueva normativa sobre Seguridad Vial, ya que en las travesías la velocidad está limitada a 50 kilómetros hora y la peligrosidad que entrañan dichas vallas de seguridad, sobre todo a moteros. Los vecinos consultados apuntan a la necesidad de instalación de barreras en esta acera poniendo el ejemplo a las instaladas en otros puntos del país como barreras tubulares, las denominadas barreras de seguridad inteligentes.