Una decena de mujeres asistieron ayer al primer taller para elaborar escapularios y detentes, organizado por Arlafolk, la Asociación Reino de León y Amigos del Folclore en Benavente.

La Casa de Cultura La Encomienda fue el escenario para reunir a dos leonesas, tres vallisoletanas y cinco benaventanas, que fueron guiadas en el proceso por Ángel María Trilla, quien recordaba que los elementos elaborados "además de ser un objeto devocional, eran un complemento de la indumentaria tradicional en toda España".

Siguiendo técnicas tradicionales, por la mañana se elaboraron los escapularios (que van por delante y por detrás) y por la tarde los detentes (que van prendidos en algún sitio de la parte delantera, con una sola cara).

Para los escapularios usaron telas de paño y fieltro y para los detentes seda "aunque también los había de fieltro", recuerda Trilla en su explicación.

Las imágenes devocionales que se usaron fueron sacadas "de estampas antiguas o de grabados que nos han facilitado". Entre ellas estaba San Antonio de Padua, la Virgen del Carmen, Santa Marta, San Miguel, San Francisco de Asís, Santa Clara y la Virgen del Camino.

Se usaron remedios naturales para envejecer las estampas y se adoptó cada una a la forma que quiso cada participante.

"Esto es algo manual y mañoso, pero a la vez sencillo; aunque no se haya cogido nunca una aguja, todas sales con su objeto religioso hecho", decía Trilla durante la realización del taller, que ya se ha ofrecido a otros colectivos de la ciudad relacionado con las tradiciones y podría llevarse a cabo próximamente.

Las propias participantes hablan de su experiencia, como María Prieto, desde León, quien reconoce que es la primera vez que hace escapularios. "Aquí hago el mío y luego seguiré practicando para regalar", indicaba tijera en mano. "Voy a hacer Santa Clara y San Francisco, porque mi marido es de la Cofradía del Silencio en León y en la iglesia está San Francisco", detalló antes de añadir su satisfacción con el curso, donde "nos tienen hasta café, un cursillo como éste yo no lo he visto nunca".

La noticia llegó también a Valladolid, desde donde Begoña Altive vino con otras dos amigas, compartiendo coche y tras enterarse por Internet.

Sólo por la mañana fueron tres horas de curso que se les pasó "muy rápido", según Altive, quien recalcó como curiosidad: "hemos aprendido a diferenciar los colores de los Santos y Vírgenes, descubriendo que no es aleatorio, que todo tiene su lógica y su por qué".

Futuras formaciones

Camino Fernández, presidenta de Arlafolk, destaca que se ofrezcan pocas plazas "para que el curso sea cómodo de llevar a cabo" y avanza que "ya tenemos en mente otros cursos, que intentamos no repetir para dar variedad". Entre las próximas ideas está "un taller de joyería tradicional y otro de cómo ponerse la indumentaria, ya que hemos detectado que en Benavente la gente tiene trajes regionales, pero no sabe cómo ponérsela".

Arlafolk organiza durante todo el año diversas actividades para impulsar la cultura popular y tradicional con conciertos y pasacalles en verano, premios a los artistas de este género y la Escuela de Folclore de Benavente que no para de crecer. Ayer, además, dieron unas puntadas a la devoción.