La demolición de la casa del guardagujas se llevó a cabo sin tener en cuenta las medidas de prevención laboral adecuadas y los trabajadores municipales y los alumnos del taller de empleo que participaron en los trabajos o estuvieron presentes mientras se llevaban a cabo corrieron el riesgo de inhalar el amianto desprendido durante la destrucción la cubierta de uralita de una parte del inmueble.

Así lo cree el Partido Popular que ha presentado una denuncia ante el Servicio de Protección de la Naturaleza de la Guardia Civil (SEPRONA), y ha dirigido sendas comunicaciones al Servicio Territorial de Medio Ambiente y a la Inspección de Trabajo.

"Una parte de las dependencias mencionadas tenía el techo de uralita, tal y como puede apreciarse en las fotos que se adjuntan al presente escrito, por lo que podrían contener amianto en su composición", argumenta el Grupo Municipal Popular en su denuncia y explica que "en las fotos recogidas por los medios de comunicación durante la operación de derribo puede apreciarse que las personas que están en la zona durante los trabajos de derribo no disponen de ninguna medida de protección contra posibles riesgos por inhalación de amianto".

Según el Partido Popular, la operación llevada a cabo no se trata de una actividad de mantenimiento; se utilizó maquinaria pesada para destruir los elementos que forman parte de la construcción, por lo que se pudo producir la liberación de fibras, y el personal que intervino o estuvo presente no parece, "según se desprende de las imágenes", que dispusiera de ninguna medida de prevención específica. Los populares, que han solicitado una investigación a las tres instancias a las que ha dirigido la comunicación y las que ha pedido el esclarecimiento de los sucedido, justifican su denuncia ante la posibilidad de que se haya podido producir "algún riesgo para las personas, así como el incumplimiento de la normativa de referencia".