Para acceder al centro, se vaya por donde se vaya en Benavente, siempre hay una cuesta que subir. Por eso ayer las preguntas a diversos ciudadanos se han hecho en estas calles con pendiente, para conocer la cuesta más famosa: «la cuesta de enero».

La sensación general entre las personas consultadas es que el primer mes del año es una época difícil. Diciembre dejó la cartera de las familias temblando a causa de los encargos a los Reyes Magos y a Papá Noel, las comidas abundantes y las quedadas con aquellos seres queridos que habitualmente están fuera de la ciudad por motivos personales o laborales y con los que se quiere aprovechar para tomar un vermut que se convierte en café, se alarga con las cañas y termina en una noche de copas.

Es por eso que los comercios establecieron la época de rebajas entre el 7 de enero y los primeros días de marzo. Aunque las fechas ahora se han difuminado por la libertad de cada establecimiento para iniciar las rebajas cuando desee, no es menos cierto que los descuentos más llamativos pueden encontrarse ahora invitando a la compra.

Compaginar la renovación de vestuario del final de la temporada con el primer ahorro de 2016 se hace complicado si la economía familiar adolece de pocos ingresos y entre la población benaventana encontramos dos posturas: por un lado, aquellos que consideran que la economía local no mejora, remitiéndose a la alta tasa de desempleo, y por otro lado los que empiezan a ver repuntar la actividad empresarial en la ciudad.

En este último caso encontramos a Miriam Vidal, quien reconoce que «afortunadamente me va bien y no he notado la cuesta de enero, pero sí es verdad que estoy pendiente de qué supermercado o gasolinera es más barato», explica junto a su hija pequeña al llegar a la calle Santa Cruz tras la salida del colegio.

Otro joven que aparca en la Cuesta del Hospital, Jorge Merino, detalla que, en su opinión, «se nota un poco de mejoría. La gente no sale tanto y el gasto es un poco más contraído, pero creo que este año va tirando un poco más para arriba». Merino trabaja y confía en la mejora de la economía.

Por el contrario, otro trabajador que vive en Benavente, Dani Serbán, asegura que «la cuesta de enero se nota, pero febrero suele ser peor».

El presagio de que el próximo mes sea aún más duro se patenta también en las consultas a algunos comerciantes con negocio en Benavente.

«Hay muchas rebajas, apetece mucho comprar y es ahí donde no sabes cómo hacerlo. Ahorras en otros gastos para poder comprar algo en rebajas», dice otra mujer bajando la calle Los Carros.

Y como cada maestrillo tiene su librillo, Victoria Moreno afirma: «estás deseando que termine el mes de una vez y que llegue febrero, que al ser más corto cobras antes». Entre los trucos de esta joven para sobrellevar la cuesta de enero está tomar decisiones como «no se sale los fines de semana y, sobre todo, espero a las segundas rebajas», indica tras superar algunos peldaños de la plaza del Grano, como símbolo del gasto escalonado.

Entre los grupos de población que más tranquilidad tienen están los pensionistas. Por bajos que sean sus ingresos, saben que tienen asegurada la retribución tras los años trabajados. La inestabilidad laboral hace que los jóvenes vean con peor perspectiva el futuro.

Una mujer de mediana edad

cuyo nombre prefiere no desvelar comenta una situación que hay en muchos hogares: «me ayuda mi padre con la hipoteca y vivimos como podemos».

Al final, la clave es «comprar si se puede y sino contenerse», como explica otra mujer que vuelve a casa con el carrito de la compra al inicio de la cuesta en la avenida Luis Morán.

Manuel Alcalá, presidente de la Asociación Familias Numerosas, incide en que a mayor número de miembros, más gastos hay en las casas. «Todo influye y en las familias numerosas más, al ser más miembros, por eso siempre nos tenemos que privar de algo, porque sino llega el final del mes y no tienes para comer», detalla con este claro ejemplo.

En cuanto al ahorro, explica que no tiene por qué empezar en enero, sino que elegir regalos más baratos para las Navidades ayuda a sobrellevar mejor la cuesta de enero.

Los expertos en economía invitan a organizar los gastos de una casa con trucos como, por ejemplo, reservar una cantidad para los gastos fijo (luz, agua, calefacción, etc.) y distribuir el resto semanalmente (comida y ocio) para tener un tope y no estar apurados a final de mes.

Aprovechar las rebajas y los descuentos también ayudan al primer ahorro del 2016.