El retablo de la imagen de la Divina Pastora, en la iglesia de Renueva de Benavente, ha vuelto a su lugar original dentro de la parroquia del Carmen con un importante lavado de imagen, por dentro y por fuera.

Su restauración ha supuesto una importante limpieza y quedar libre de carcoma, uno de los males que sufre la madera.

La encargada de esta tarea ha sido la restauradora benaventana Ana Prieto Martín, con la que LA OPINIÓN DE ZAMORA ha podido hablar en exclusiva.

Ella misma describe el proceso realizado "se le ha aplicado un tratamiento antixilófagos, una limpieza, una reintegración volumétrica y una reintegración cromática", explicaba con detalle.

En las tareas estuvo también implicada Carmen García Villarejo, de Camarzana de Tera, que ha colaborado en parte del proceso.

Ambas mujeres, naturales de Los Valles de Benavente, ya han trabajado juntas para esta parroquia en otras ocasiones.

Un ejemplo es el año 2009 con la restauración de tres piezas de la iglesia de Renueva: el retablo del Cristo de la Salud, la imagen de Santa Lucía y el propio lienzo de la Divina Pastora, cuyo retablo se vuelve a poner ahora en valor, tras años guardado por su mal estado de conservación.

Ya entonces los fondos parroquiales asumieron el 25% del coste, mientras que la cuantía restante fue cubierta por Caja España.

En este caso los donativos recogidos por la iglesia dirigida por Don Tomás ha cubierto la totalidad de los gastos, que aún han de concretarse al estar en proceso de restauración los últimos flecos, esto es, el banco del retablo donde se asienta la imagen y que ha sido sustituido por otro nuevo al descubrirse que no encajan en estilo ni en época. El retablo data de los siglos XVII-XVIII, según el cartel indicativo que lo acompaña, mientras que el banco podría corresponder a finales del siglo XV o al propio XVI, esto significa que hay doscientos años de diferencia entre una pieza y otra, por lo que el nuevo hallazgo será exhibido en otro lugar de la iglesia, en lugar de en la parte donde se encontró, cumpliendo así con las tendencias actuales de la restauración.

La conocida como iglesia del Carmen mejora poco a poco las obras de arte que alberga en su interior con el fin de ponerlas en valor y evitar su deterioro. Los feligreses contribuyen a la conservación del patrimonio con sus generosas aportaciones.