La compra- venta de viviendas de segunda mano es lo que mantiene activo el sector inmobiliario. Así lo refleja la estadística del 2015, un año aún por cerrar al faltar la publicación de los datos que corresponden al último trimestre.

Sin embargo, la comparación de los períodos previos ya anuncian una caída del 35% en la compra- venta de viviendas al comparar los datos de enero a septiembre de 2015, en comparación con el mismo período del año anterior.

Según el Ministerio de Vivienda, el año pasado se realizaron en Benavente 67 transacciones entre enero y septiembre, de las cuales cinco fueron de vivienda nueva y 62 de viviendas de segunda mano. La cifra más curiosa se encuentra en el tercer trimestre de 2015, cuando no se registró ni una sola compra- venta en el municipio, según la misma estadística. Este hecho sólo se había registrado en el primer trimestre de 2013, con la crisis en pleno apogeo.

La recuperación del sector inmobiliario es leve todavía, al menos en Benavente, donde quedan lejos las grandes cantidades de dinero que se pagaban por metro cuadrado. Ahora la población prefiere alquilar, una inversión con menos riesgo, dada la inestabilidad laboral.

Es por eso que hay quejas de la escasez de ayudas para fomentar la ocupación de viviendas vacías a través del alquiler.

Existe también un problema de mentalidad al pensar que el dinero de algo que no sea una compra supone darlo "a fondo perdido", aunque cada vez son más los jóvenes que prefieren no hipotecarse, por bajos que sean los precios de la compra.

En las viviendas de segunda mano se tramitaron diez operaciones menos en 2015 que en el año anterior y no parece que vayan a alcanzarse las 96 cuando se conozcan los datos del último trimestre, aún pendientes de publicar.

Esa bajada del 13% refleja también una consecuencia de la pérdida de población, ya que Benavente ha descendido hasta los 18.550 en el año que acaba de terminar. Eso y la cada vez mayor emigración de gente (el CERA tiene más de 500 benaventanos censados en el extrajero) hacen reducir la demanda para un parque inmobiliario que aún tiene gran cantidad de viviendas vacías en la ciudad, según puede comprobarse a pie de calle.