Si quiere documentarse sobre el Monasterio de Granja de Moreruela, el patrimonio monumental del Embalse del Esla, la iglesia de San Pedro de la Nave o cualquier otro bien patrimonial de la provincia de Zamora, entre los autores más rigurosos encontrará a Hortensia Larrén Izquierdo, arqueóloga de la Junta de Castilla y León en Zamora, que el pasado jueves habló sobre Benavente en una ponencia celebrada en el Museo Provincial.

-Para los que no pudieron asistir a su ponencia, ¿qué asunto protagonizó su discurso?

-Hice una exposición cronológica de Benavente a partir de los hallazgos documentados desde los trabajos que iniciamos en 1987.

-¿Podría citar algunos de esos hallazgos?

-En la construcción del aparcamiento de La Mota, fue una excavación larga y amplia, llevada a cabo por D. Enrique Arnau, desgraciadamente desaparecido y a quien se le dedica una parte de esta actividad del Museo. También pudimos comprobar como el pequeño núcleo ocupacional de la Sinoga se extendía por la zona de los Cuestos de La Mota vieja. Los niveles de ocupación no correspondían solamente a la Edad del Hierro, sino también otro de época un poco posterior y dedicados a otras actividades además de la propia ocupación como lugares de viviendas. También está la documentación de los puestos que ocupara el antiguo convento de San Francisco, que se empieza a hacer en 1988.

--¿Es la ciudad rica, arqueológicamente hablando?

-Hay que comparar con otros lugares de habitación. Benavente recuerda en muchos aspectos a la ciudad de Zamora, tanto en la planta medieval, coincidente con el primer recinto amurallado de la ciudad de Zamora son muy concordantes, algo que no sucede en Toro. Lo que sí podemos decir a día de hoy es que la carencia de datos correspondiente a la época romana borra la creencia más o menos tradicional, y desechada ya hace unos años, que la ciudad de Brigecio se corresponde con Benavente. Definitivamente no hay ningún resto y los historiadores y arqueólogos son más proclives en estos momentos a identificar la ciudad de Brigecio con el yacimiento de la dehesa de Morales en el vecino pueblo de Fuentes de Ropel.

-¿Quedan cosas por descubrir?

-Evidentemente que sí. La arqueología que se está desarrollando en la ciudad viene un poco impuesta por la propia normativa urbanística en la que existe un catálogo de protección del subsuelo urbano bastante interesante y es el que nos está permitiendo llevar a cabo determinados trabajos que de otra manera no se podrían hacer.

-¿Y en la comarca?

-En el entorno hay muy pocos espacios que hayan sido objeto de una intervención arqueológica amplia. Por ejemplo, una de las actuaciones más importante la realizamos hace poco en Manganeses de la Polvorosa con motivo de la construcción de la autovía en un castro cuyo origen tiene la misma génesis que la propia de Benavente. Podemos hablar de un espacio donde la Edad del Hierro es absolutamente impresionante, a tenor de los datos exhaustivos que nos han manifestado estos dos enclaves tan cercanos. Y luego hay otra cosa muy importante: aspectos que desconocíamos de determinadas actividades de carácter económico en época del Bajo Medieval y Moderna se nos han puesto en evidencia en los espacios urbanos, documentados, como es por ejemplo la alfarería, fechable en el siglo XV, en zonas como la Casa del Tinte o La Mota.

-¿Qué se está haciendo con la lauda sepulcral hallada el pasado mes de febrero?

-Está en estudio. Primero ha tenido que ser objeto de limpieza y consolidación y ahora mismo están en proceso de pegado para poder hacer una lectura coherente de la inscripción. Hasta que no se lleve a cabo la investigación completa será difícil hacer nada con ella. Desconozco los objetivos que tendrá el Museo de Zamora con ella, pero hay que resaltar que la pieza, como muchos otros elementos que pueden aparecer, fue hallada fuera de contexto, no en el lugar para el que fue creada. Es curioso también que se diera con ella haciendo un seguimiento de una canalización de gas, es decir, que no solamente es importante hacer trabajos amplios, que por supuesto también deben realizarse, sino que lo importante es llevar a cabo una actividad tendente a la preservación y documentación del subsuelo arqueológico, cuya manifestación a nivel de hallazgos puede surgir en cualquier momento y no sólo con grandes obras públicas, como se puede pensar.

-¿Cómo cree que se debería potenciar la Ruta Arqueológica de Los Valles de Benavente?

-Eso no está dentro de mis responsabilidades, no puedo contestar. Lo que sí puedo decir es que sería importante que la Ruta se mantuviera.