Han transcurrido ya 10 años desde que Villageriz no veía a diario detenerse un autobús en el pueblo. Hasta las faldas de la ladera sur de la Sierra de Carpurias únicamente venía parando un autobús a la demanda y ello coincidiendo cuando los mayores solicitaban el transporte de viajeros para acudir al Centro de Salud de Santibáñez de Vidriales.

Desde el inicio del presente curso escolar, una niña de 8 años ha venido a insuflar savia joven a este pequeño pueblo con solo 45 habitantes y casi todos ellos ya jubilados con avanzada edad. Un matrimonio llegado a Villageriz para trabajar en una explotación ganadera ha propiciado la presencia de un niño durante todo el año. Esta circunstancia ha obligado al Ayuntamiento a solicitar a la Consejería de Fomento de la Junta de Castilla y León una marquesina para el autobús, una parada protegida para que tanto la pequeña como los vecinos se trasladen hasta el Centro de Salud "Vidriales" o para acudir a Benavente.

El alcalde Valentín Gando no dudaba ayer, en declaraciones a este diario, de que su petición fuese atendida debido a la necesidad de disponer de una parada del bus que proteja a los usuarios de las inclemencias meteorológicas. "Porque es una necesidad", apunta el alcalde advirtiendo de la instalación a la entrada del pueblo, por donde pasa la carretera provincial que enlaza la vía autonómica en Fuente Encalada con Benavente. Es ahí donde se pretende instalar la marquesina para los viajeros, apostilla el alcalde de Villageriz.

Villageriz, por otro lado, sigue manteniendo sus infraestructuras básicas gracias a los ingresos procedentes de la instalación de aerogeneradores en su término municipal. Ello le permite el desahogo de sus cuentas y afrontar algunas mejoras con fondos procedentes de las arcas municipales. Así, recientemente se han completado las obras de mejora de pavimentación en algunas calles como en las de "Arriba", "Pendiente" y "Abajo" y ello con una cuantía de 9.000 euros que han salido de la tesorería del Ayuntamiento.