La iglesia de Santa Marta de Tera lleva a cabo trabajos de instalación de una plataforma de acceso a la torre campanario para permitir el repique de las campanas, que ahora se van a instalar nuevamente tras su refundición. Los operarios vienen trabajando en estos días para construir el acceso a la plataforma de la torre reubicada en el año 1931 a la entrada del camposanto con objeto de instalar los instrumentos sonoros que sirvan de llamada a los vecinos a los oficios religiosos.

Tras su paso por los talleres de fundición cacereños de Montehermoso, las dos campanas serán reinstaladas próximamente en el cuerpo de la torre, lo que permitirá recuperar el toque tradicional suspendido desde hace décadas.

El muro en el que se colocarán las nuevas campanas de Santa Marta de Tera se trasladó en el año 1932 a raíz de la declaración como monumento nacional del templo románico en el año 1931. Piedra a piedra y bajo la dirección del arquitecto y restaurador Alejandro Ferrant, la estructura pétrea se retiraba de la portada Este, sobre el tejado de la cabecera, donde se hallaban también las esculturas pétreas de Santiago peregrino, de San Juan y de San Judas Tadeo como pueden apreciarse en las fotografías de la época que forman parte de la colección del colegio de arquitectos de Cataluña, en su demarcación de Lérida. Las dos primeras esculturas están ahora instaladas en la portada Sur y la de San Judas en la portada del brazo Norte.

Catalogación

A raíz de la catalogación del monumento los técnicos decidieron el traslado de esta torre campanario desde el hastial de la cabecera hasta la entrada del camposanto y ello debido a no tratarse de un elemento románico. Junto a la reubicación de la estructura pétrea se instalaron también las campanas en sus vanos. Cuando se retiró la espadaña se cambiaron también las esculturas pétreas y otros dos cuerpos constructivos, el añadido a la cabecera, en el brazo Norte, y que venía siendo la sacristía del templo, así como el acceso al campanario, en el brazo Sur, con el argumento de que distorsionaban la volumetría del conjunto monumental.

Gracias a las aportaciones económicas de la parroquia, como de los vecinos y asociaciones se ha permitido la refundición de las dos campanas que ahora serán instaladas nuevamente en su torre junto al camposanto. Los dos instrumentos sonoros, tras su colocación en los vanos con nuevos yugos serán bautizados con los nombres más señeros del templo. Una de las campanas recibirá el nombre de Santiago Peregrino, en clara alusión a la escultura pétrea más antigua que se conoce y referente del camino jacobeo que se halla desde el año 1932 en la portada Sur de la iglesia, y la otra campana llevará el nombre de Santa Marta, originaria de Astorga, quien sufrió martirio en el siglo III, en época del emperador Decio, por negarse a practicar ritos paganos y por ello fue decapitada. Santa Marta es quien da nombre al pueblo ribereño del Tera y la patrona del templo parroquial a quien no pocos estudiosos atribuyen que sus restos se hallan enterrados en esta iglesia antiguo monasterio del que se tiene constancia documental desde el año 979. No obstante sus referencias históricas se remontan al siglo VI como cenobio hispanovisigodo perpetuado en el tiempo, asentado probablemente sobre alguna villa altoimperial de la segunda mitad del siglo I.

Tanto la "Santiago peregrino", como la campana bautizada como "santa Marta" redoblarán nuevamente en esta localidad del Tera tras su traslado desde los talleres de fundición cacereños, de la casa Rivera. En la cintura de su cuerpo figurarán sus nombres de pila y el año 2015 como testimonio cronológico de la rica historia de este edificio monumental del que han llegado a presumir tanto eclesiásticos como prelados, reyes y vecinos.