La Asociación juvenil Asper apenas reunió a una decena de personas ayer por la tarde en la plaza Virgen de la Vega. La falta de asistentes obligó a la organización a suspender la marcha prevista por el centro de la ciudad. Alejandro Gallego, secretario del colectivo, considera que sí hubo suficiente información del evento a través de cartelería y redes sociales. Sin embargo, afirma que "lo que realmente quieren los estudiantes es perder clase" y piensan que si la marcha se hubiese desarrollado por la mañana habría acudido más gente. A su vez señaló que aunque sea por la mañana, son muchos los que prefieren quedarse en casa o en la cama en lugar de ir a la movilización estudiantil, que ayer pretendía quejarse de los recortes en becas, el sistema universitario del 3+2 y la nueva ley educativa, ya en marcha desde el inicio de este curso.

"Falta mucha pedagogía en Benavente", completó el anterior secretario de la organización, Iván Casado. Ambos coinciden en que, a pesar de que la última sesión del Congreso ya ha tenido lugar, "la lucha debe seguir hasta el final".

El alcalde y las ediles socialistas Veleda y Martínez acudieron al final del encuentro.