Los retratos de algunos de los siete hijos predilectos de Benavente se encuentran en proceso de restauración desde hace meses. Se trata de pinturas, algunas de gran tamaño como es el caso de un retrato del Obispo Regueras, que estaban depositadas en el Ayuntamiento y habían comenzado a deteriorarse con el paso de los años. La Concejalía de Cultura del anterior equipo de Gobierno incluyó una partida en los presupuestos de este año y realizó el encargo a una restauradora local. Los trabajos de restauración tienen por objeto frenar el deterioro de este legado municipal independientemente de que finalmente se coloquen en alguna dependencia municipal una vez finalizada la tarea, una decisión que le corresponde al actual equipo de Gobierno.

Aunque existen algunas fotografías de la mayoría de los ilustres de Benavente, los retratos que están siendo restaurados y que previsiblemente serán entregados en semanas son contadas.

A título póstumo

Un científico, un ingeniero, un obispo y tres políticos engrosan la nómina de hijos predilectos de Benavente, a la que se sumó a título póstumo Soledad González tras el legado de su casa, hoy sede de la biblioteca y del centro cultural que lleva su nombre.

El que fuera ministro de la Gobernación y de Hacienda en gobiernos de Isabel II, Pío Pita Pizarro, es al parecer el más antiguos de los hijos predilectos la ciudad. Paradójicamente formó parte de un ejecutivo comprometido en lograr la aprobación de una ley que cercenaba radicalmente la autonomía de los Ayuntamientos.

El ingeniero Pedro Núñez Granés, hijo de los marqueses de los Salados, es el segundo ilustre por antigüedad. A él se debe el proyecto de urbanizar todo el perímetro del extrarradio madrileño.

El obispo Ángel Regueras es el tercero de lista de ilustres. Fue nombrado provisor de la diócesis de Oviedo, obispo de Plasencia y obispo de Salamanca. También fue Senador del Reino.

Francisco de Castro Pascual es el único científico de la lista, fue catedrático de Microbiologíapor la Universidad de Madrid y Miembros de la Academia Nacional de Medicina.

Emilio Vellando Vicens, ingeniero agrónomo y director general de Agricultura es el segundo político ilustre de Benavente, puesto en el que también figura el que fuera ministro de Obras Públicas, Federico Silva Muñoz, modernizó cinco mil kilómetros de carreteras nacionales.