La degustación de productos de la tierra, teniendo como eje central al fruto estrella de la huerta, el pimiento, servía al atardecer del domingo en San Cristóbal de Entreviñas para que los vecinos participasen del encuentro gastronómico.

Una pimientada que se viene celebrando por quinto año consecutivo y que en esta edición se llegaron a ofrecer hasta 630 raciones. Todo un éxito de participación, al decir de los organizadores.

Junto a los pimientos de los hermanos Feliz, el abanico de productos ofrecidos en el plato se extendía por las patatas de Gexwal y la sociedad cooperativa Mercaden, los caldos de bodegas Matihuelo y las elaboraciones reposteras de la pastelería Francfurt. Este grupo de industriales de la mano del promotor y cultivador de pimientos junto con la logística y apoyo del Ayuntamiento de San Cristóbal de Entreviñas procuraron un año más que la fritada de pimientos y de productos de la tierra llegase a un buen número de comensales.

En esta ocasión la cita gastronómica se tuvo que realizar bajo cubierto, ya que la lluvia caía incesantemente en la tarde del domingo. El pabellón deportivo servía de escenario para que más del medio millar de personas participasen en este encuentro gastronómico que viene a poner punto y final a la campaña de recolección de pimientos.

Entre el ambiente musical auspiciado por el grupo de música tradicional Fole Feroz, los participantes en la cita degustativa de pimientos, patatas y pastelitos, todo ello acompañado de los caldos de este pueblo que recibe el nombre de la vid, en clara referencia a los numerosos viñedos de entonces, disponían de un puesto de bebidas y refrescos.