"Me quedé asombrado cuando vi tantos cabritos, es algo excepcional", decía ayer el ganadero de San Pedro de Ceque, Jesús Fuentes Antón, al comprobar que una de sus cabras había tenido un generoso parto. Pero no todo eran parabienes para este ya avezado ganadero con 30 años a sus espaldas cuidando cabras, porque unos días antes, el sábado 26 de septiembre, un ataque del lobo le regalaba una de las propinas que más duelen a un ganadero. Lo que debía haber sido una feliz noticia, el parto múltiple de seis cabritos, se quedaba en un amargo sabor para este ganadero que el mismo día del alumbramiento de los sextillizos tuvo que llevar tres cadáveres de chivas al camión para ser incinerados y otros tres en la mañana de ayer.

Diez cabras mató el cánido y otras 10 resultaron heridas, muchas de ellas de gravedad. "Diez cabras muertas y otras diez heridas, y las que han abortado", resume este ganadero el balance del ataque del lobo a su cabriada. "Y eso que el lobo las atacó unos días antes porque si no a todas las que están a punto de parir, no se qué pasaría, no se si sobreviviría algún cabritillo", afirma el ganadero.

El ataque del lobo en el monte del Ramajal de San Pedro de Ceque se producía en la jornada del sábado 26 de septiembre. Jesús Fuentes comprobó al atardecer cómo un atajo de cabras se encontraba junto al aprisco y algunas de ellas regresaban malheridas. Fuentes sospechó lo peor. Arremolinado el atajo de cabras no dudó en dirigirse hasta el campo donde ya encontró muestras más que evidentes del ataque, algunas chivas muertas y otras más que malheridas. Ese fue el brutal balance del ataque del lobo como determinó más tarde el veterinario, 10 muertas y 10 malheridas.

Ganadería premiada

Este ganadero puede presumir de la única explotación de ganado caprino en la zona, con excelente manejo, con mimo, con una alimentación natural a base de los nutrientes del campo, con un porcentaje de partos dobles del 80%, de un 3% con tres cabritillos, o de cuatro cada dos años, pero de seis, "es algo extraordinario; me quedé alucinado cuando los vi junto a su madre". A Fuentes el alumbramiento de los cabritillos le vino a endulzar un poco el día porque todavía a primeras horas en el momento que el camión trasladaba tres cadáveres, fruto del ataque del lobo, las venas se le hinchaban con el "cabreo" que ha tenido durante estos días pasados.

Pero ya apuntaba el sol en otra jornada y había que proseguir. A las nueve y media de la mañana se abrían las cancillas del aprisco para que el ganado retozase por el campo. Por los vastos campos de San Pedro de Ceque en los confines con Uña de Quintana. En los parajes donde los expertos apuntan como las mejores zonas para este ganado, el área comprendida entre el Regato, el alto Vidriales y la Carballeda, y en la que se ubica esta ganadería de San Pedro de Ceque, reconocida con premios en concursos de canales de cabritos organizados hace años en las provincias de Zamora y de León.