Solo dos cotos de caza de la comarca de Los Valles de Benavente son miembros de la Federación de Cazadores de Castilla y León: las asociaciones de Benavente y Santa Cristina de la Polvorosa son las únicas en sumarse a este colectivo, desde el que apelan a "la unión para defender los intereses de los cazadores", según indicó el presidente de la Federación de Caza de Castilla y León, Santiago Iturmendi, en su visita a Benavente, a donde acudió para dar a conocer las ventajas de asociarse y recordó que "es la plataforma que sirve para conseguir las peticiones, como ya hicimos con el cambio de la Ley de Tráfico para que los cotos no sean responsables de los accidentes en carretera por animales".

Precisamente entre las consultas realizadas por los asistentes se mostraron las preocupaciones de los presidentes de cotos de esta comarca. Entre ellas qué tienen que hacer para no responder con su patrimonio personal, cómo tratar con el seguro los accidentes cinegéticos o cómo paliar las denuncias por daños a cultivos.

José Antonio Prada, delegado de la Federación de Caza en Zamora, dio respuesta a muchos de estos asuntos: advirtió que la nueva Ley de Tráfico "no exime de hacer el seguro de responsabilidad civil, para cuando las compañías reclamen a los cotos y te imputen las costas de ese accidente".

Pidió preservar la perdiz, al menos en las primeras semanas, porque es "algo único, un patrimonio de nuestra provincia que este año se ha criado mal por la gran sequía y las polladas pequeñas que se agrupan para defenderse de los depredadores".

En relación a los daños de animales a cultivos, tanto Prada como Iturmendi denunciaron que hay "mucha picaresca" al respecto y que hay "algunos agricultores que se quieren aprovechar y sacarle dinero al coto".

"La única manera de defendernos es llevar un perito oficial que diga la realidad", ofreció Prada, mientras que Iturmendi recordó que los miembros de la Federación tienen acceso a una asesoría jurídica que puede ayudarles con estos temas.

Ambos portavoces del colectivo defendieron a los cazadores como los "verdaderos ecologistas", por ser los que, con su actividad, ayudan "a la regulación del ecosistema con el control de las especies".