Casi 6.500 euros. Esta es la cantidad estimada que el Ayuntamiento de Benavente tenía que haber ingresado por la venta de programas del Toro Enmaromado en los años 2013, 2014 y 2015, pero que nunca llegó a las arcas municipales. Así lo han concluidos los servicios técnicos de Secretaría e Intervención en un informe que el alcalde de Benavente, Luciano Huerga, entregó ayer por la mañana en la Fiscalía de la Audiencia Provincial de Zamora.

El alcalde compareció por la tarde junto a varios concejales del equipo de Gobierno y explicó que la denuncia se ha presentado una vez que los técnicos han concluido el informe, del que no ha dado detalles por razones de confidencialidad y prudencia. El documento confirma la existencia de un daño patrimonial a las arcas municipales cifrado en la cantidad citada y Huerga ha apuntado la posible comisión de un delito de apropiación indebida que la Fiscalía podrá investigar ahora de oficio "además de otros posibles delitos anexos".

La comunicación al fiscal tras recibir el informe a última hora de la mañana fue precedida de una comunicación a la oposición. "Desde el primer minuto el equipo de Gobierno ha facilitado información detallada a la oposición", aseguró Huerga antes de confirmar que había comunicado la denuncia al portavoz del Grupo Municipal Popular, Juan Dúo, y que la oposición ha podido leer el informe.

Huerga evitó detallar el contenido del informe, en el que no se realiza "una valoración ni una acusación explícita porque no es el momento", según dijo, pero insistió en que se ha actuado de manera "inmediata, noble y leal", y afeó al Grupo Municipal Popular que la semana pasada formulase una denuncia ante el Ministerio Fiscal. "A la Fiscalía hay que acudir con pruebas", indicó haciendo notar expresamente que el PP "no ha aportado documentación". De cualquier modo el fiscal podrá abrir diligencias preliminares y es previsible que las dos denuncias se acumulen en una.

El alcalde subrayó también el hecho de que el dinero presuntamente defraudado a las arcas municipales al no ser entregado, es público, "aunque pueda parecer que no es una cantidad importante", llamando así la atención sobre la gravedad de lo ocurrido.

En este asunto la Comisión de Fiestas no resulta bien parada. El alcalde reconoció que se había producido una reunión con la exconcejal de Fiestas, Bárbara Palmero, y cuatro miembros de la Comisión. En esta cita, que tuvo lugar pocos días después de que la noticia hubiera trascendido públicamente, los miembros de la comisión presentes habrían incurrido en contradicciones. Según desveló Huerga, alegaron que habían entregado el dinero en mano y seguidamente que lo habían dejado sobre la mesa del Tesorero Municipal.

En cualquier caso reconocieron que habían cobrado el dinero de los programas de esos tres años y que habían sido encargados de entregarlo en el Ayuntamiento, lo que según los técnicos y los informes no ocurrió realmente.

Según ha podido saber este periódico sólo un miembro de la comisión de los cuatro presentes en esa reunión habló de haber entregado dinero o de haberlo dejado sobre una mesa. Los otros tres guardaron silencio. "No resulta creíble. Nadie deja 2.000 euros encima de una mesa sin comunicarlo", explicó un concejal del equipo de Gobierno. Previsiblemente, el testimonio de los miembros de la Comisión de Fiestas encargados por la Concejalía de recaudar y entregar el dinero de los programas constituirá una parte fundamental de la investigación.