"No perdamos el tiempo, sacar vuestras bolsas, que suenen las monedas y que comience el mercado". Así finalizaba su alocución en el acto inaugural del mercado astur romano de Santibáñez de Vidriales, el prefecto del Ala II Flavia Hispanorum Civium Romanorum, Marcus Elius Honoratus. El praefectus alae reclamaba, junto a las sacerdotisas del templo de Hércules, sus deseos de paz, la pax deorum, la paz entre todos los dioses, sean unos u otros astures, romanos o todos aquellos que pueblan los olimpos y las cúpulas celestiales.

Escoltado por una cohorte, Marcus Honoratus, se adentraba al mediodía de ayer en el zoco de mercaderes y entre el numeroso público que le abría paso a los sones de tambores e instrumentos de viento de los aguerridos astures. Porque de eso se trataba en Santibáñez de Vidriales, de recrear un mercado de astures y romanos que durante tiempo dominaron estas tierras en las que han de jado sus huellas.

La asociación cultural Aseranar organizaba un año más, en este 23 de agosto, ya en su VIII edición, el foro de mercaderes con un formato similar a las pasadas ediciones aunque cada año la presencia de mercaderes se hace más numerosa llegando a sobrepasar los 60 puestos instalados. Muchos de ellos formando parte de talleres interactivos.

Por la calle las Fraguas y el patio del Ayuntamiento o también del maestro Feliciano Rodríguez se recreó el zoco astur romano con actividades paralelas como los talleres de cerámica astur, las visitas guiadas y teatralizadas al centro de Interpretación de los campamentos romanos, a la colección etnográfica de Petavonium o la llegada de un mercader de la lejana Galia.