Un jubilado segoviano, de 70 años, residente en Madrid y casado en Tábara, es el varón que apareció muerto en su coche, al atardecer del jueves, en Villanueva de las Peras. Todo apunta a que su fallecimiento fuera debido a causas naturales. Su cuerpo era trasladado en la noche del jueves desde Villanueva hasta el Instituto Anatómico Forense de la capital zamorana para realizarle la autopsia. Un extremo que estaba previsto para el mediodía de ayer, aseguraron algunos vecinos conocedores de la situación.

Las mismas fuentes han asegurado que el fallecido, natural de Segovia y residente en Madrid, había salido, en la tarde del domingo 16, de Tábara donde disfrutaba de unos días con su familia para dirigirse a Segovia. Al parecer en esa misma tarde y a pocos kilómetros del punto de partida, en el cruce de la carretera de Litos, en el término de Villanueva de las Peras, junto a la marquesina del autobús de este pueblo, aparcó su vehículo en una pequeña explanada entre la marquesina y la senda de peregrinos. Probablemente y al sentirse mal se sentó en el asiento detrás del copiloto donde falleció. Fue un vecino de Villanueva de las Peras cuando poco antes de las 20.00 horas de este jueves, cuatro días más tarde, se acercó al turismo y comprobó que en su interior se encontraba un varón con el torso desnudo y probablemente inconsciente. Inmediatamente se alertó a los Servicios de Emergencia que trasladaron hasta el lugar a la Guardia Civil y personal de guardia del centro de Salud de Camarzana de Tera. Tras romper los agentes uno de los cristales de la ventanilla de una puerta para su apertura, el facultativo médico certificó su fallecimiento. Poco después de las diez de la noche se procedía al levantamiento del cadáver para su traslado a Zamora para realizarle la autopsia y posterior incineración. La familia del fallecido había presentado denuncia de su desaparición el mismo día en que fue encontrado su cadáver en Villanueva, aseguraron estas mismas fuentes.