El edificio número 2 de la calle Lagares ya tiene fecha de caducidad. Será en el otoño y una vez superado el proceso administrativo que llevará finalmente a la demolición cuando la estrecha calle podrá ampliarse cumpliendo asi con el Plan General de Ordenación Urbana.

El alcalde en funciones, Manuel Burón, firmaba en la tarde del martes el expediende de demolición del edificio, aunque se siguen manteniendo las conversaciones con la propiedad para la compra del solar o una permuta. Es el propio teniente de alcalde y ahora regidor en funciones quien lleva el peso de la negociación por encargo del alcalde Luciano Huerga.

Manuel Burón estampaba su firma en el decreto de apertura de expediente de derribo del edificio del número 2 en la calle Lagares abriendo asi las puertas a la demolición en un largo proceso iniciado formalmente en octubre del 2014 y ello a raíz de un informe técnico tras un atestado policial, un mes antes, por un incidente de tráfico que tuvo como consecuencia ese informe del arquitecto recomendando la intervención en parte de la estructura, a la vez que se ponía sobre la mesa al inmueble como fuera de ordenación.

La resolución de la Alcaldía con fecha de ayer obliga a dar audiencia a la parte interesada durante 15 días, a la propiedad para permitir presentar alegaciones, asi como un plazo de dos meses de exposición pública a través del BOCyL y en el tablón de anuncios del Ayuntamiento.

El edificio que ahora se va a derribar permitirá ampliar la calle Lagares en su confluencia de la calle Herreros. Actualmente en el inmueble no existe ocupación, ni en la vivienda, ni se ejerce actividad alguna en el local comercial con fachada a la calle Herreros. El expediente contradictorio de declaración de ruina iniciado ahora a partir de la firma del alcalde cuenta con los informes técnicos favorables para incoar el proceso administrativo ya en curso.

Mientras tanto, y en paralelo con la resolución del procedimiento y su posterior ejecución, Manuel Burón tenía una primera toma de contacto con la propiedad a finales de la semana pasada con objeto de negociar que el solar pase a propiedad del Consistorio. Un terreno en el que no se permite construcción alguna, según se establece en el Plan General de Ordenación Urbana de Benavente. El regidor pretende llegar a un resultado favorable para ambas partes tanto si es a través de una compra o una permuta como han recomendado los técnicos. Una primera valoración cifraba el valor en 45.000 euros, asi como la permuta de un solar similar y en el que se permita la construcción de tres alturas. Otra posibilidad cabría con la permuta de una parcela industrial de 700 metros cuadrados. Todo es negociable con el fin de que la céntrica y estrecha calle Lagares se vea ampliada para permitir una mayor seguridad tanto a peatones como vehículos.