Las calles de Melgar de Tera se vistieron un año más de un multicolor paisaje en el que la imaginación y el ambiente festivo sonaron a diversión, a música. Fue precisamente la estrella de la comitiva la charanga "Los Mataos" de Burriana (Castellón), quien regaló a los numerosos participantes y al público "una velada inolvidable" como llegaron a calificar algunos vecinos. Su saber hacer como dinamizadores, a la vez de llenar de sonidos musicales las calles, han dejado el listón muy alto para sucesivas ediciones de este singular desfile de disfraces que se viene organizando en el marco de las fiestas de la juventud de Melgar de Tera.

A partir de las siete de la tarde comenzaron a llegar a la pista de baile los primeros grupos de participantes en el desfile para llegar a envolver esta plaza de vivo cromatismo. La marcha comenzaba su itinerario sin descanso, con el "empuje" de "Los Mataos", hasta llegar a la plaza que cruza la travesía. Un año más se repetía la escena mezclándose los grupos en una amalgama de jolgorio. Tras un pequeño alto en el camino, el periplo se retomaba hasta la siguiente parada donde confluye un nutrido callejero. La sangría tanto para participantes como asistentes ayudaba a mitigar el calor. "Hay sangría para todos", decían. Y vaya si la hubo, aunque su consumo era generoso.

Así, continuando el desfile hasta el parque con nuevo alto en el camino, en la laguna de "Las adoberas", hasta regresar al punto de encuentro en la pista donde "Los Mataos" seguían prodigando incesantemente sus animados sones musicales. Con el desfile de disfraces, Melgar cerraba una programación de actividades de las fiestas de la Juventud, organizada durante toda la semana.