Entre el año 2007 y el 2014 Benavente ha registrado un aumento en el número de personas que intentan quitarse la vida. La cifra es alarmante: de media, una persona al mes intenta suicidarse, contabilizando en esta estadística tanto aquellas que lo consiguen como las que no. Los datos han sido facilitados a este periódico por la Policía Local de Benavente.

Establecer una causa es complicado, pues a cada persona le afectan una serie de circunstancias que no se pueden reflejar en ninguna estadística, pero sí hay un elemento que históricamente ha agravado el número de suicidios: las crisis económicas. Lo que podría corresponder con el aumento de personas que intentan quitarse la vida.

A nivel nacional, la Estadística de Defunciones según la Causa de Muerte del Año 2012 reflejaba un repunte en las enfermedades relacionadas con trastornos mentales y del sistema respiratorio, tal y como ya informó este periódico.

En la capital zamorana se han realizado incluso jornadas con títulos como "El suicidio: cómo acompañar en el duelo", mientras que en Benavente el tema aún resulta tan delicado que puede convertirse en tabú. Psicólogas de Benavente tratan estos asuntos en las consultas, pero también animan a la gente a hablarlo y, sobre todo, "a tomar en serio a aquellos que afirman haber pensado en quitarse la vida".

Ante muertes trágicas y violentas, como es el suicidio, "puede aparecer sentimiento de culpabilidad", según indica la psicóloga benaventana, María del Carmen Rodríguez. En estos casos "la intervención psicológica es vital" y el seguimiento del duelo por un especialista ayudará a superarlo mejor.

Lola Fernández, psicóloga y coach recientemente instalada en Benavente, invita al entorno de personas con depresiones a "escucharles, no quitarle importancia a sus problemas y no retarles a seguir adelante. No comparar a las personas con otras en situación peor, no juzgarle por su manera de actuar o pensar, porque eso hará que el paciente se sienta peor, y ayudarle a ver soluciones a los problemas que le afligen".

La clave, según Fernández, es "hacerle ver por qué ha decidido seguir viviendo hasta ese momento y ayudarle a aferrarse a ese pensamiento".