La época medieval llegó a su fin hace siglos y ayer volvió a concluirse en Benavente tras la celebración de un mercado ambientado en esta temática.

Los cerca de cien artesanos que durante este fin de semana han ofrecido sus productos de juguetes, jabones, ropa, bisutería, dulces y objetos de diversa índole apuraban al cierre de la edición de este periódico las últimas ventas después de tres días abriendo mañana, tarde y noche y buscando llegar a la gente con la ambientación de sus ropajes.

La Plaza Mayor, calle Carnicerías, calle Encomienda y las plazas del Grano y del Corrillo de San Nicolás han sidos los escenarios de los pasacalles musicales, actuaciones de malabares, exhibiciones de vuelo con aves rapaces o diversión con juegos tradicionales.

Los espectáculos nocturnos y los cuentacuentos han sido las dos actividades que más público han sumado, así como los juegos de madera destinados al público infantil.

Ayer cerraba el mercado la parte de la programación más novedosa de este año: un torneo de caballeros en plenos paseos de La Mota, donde la riña con espadas y la emoción de la lucha arrancó la ovación de los presentes en varias ocasiones.

Un espectáculo de malabares, fuego y equilibrios sobre un trapecio aéreo corrió a cargo del grupo "Artlequín", que también actuó en la noche del sábado y atrajo a público de todas las edades.

Ya oscurecido el día se recreó la llamada "quema de la bruja" en la escalinata de la plaza del Grano, una teatralización del oscurantismo que reinó en la época medieval y en la que mucha gente fue condenada a morir por mostrar pensamientos contrarios a las instituciones de la época, avanzar en prácticas científicas considerando que se hacían hechizos o tener la pretensión de ilustrarse sobre algún tema.

El otro lado

El Mercado Medieval dejó otras consecuencias menos agradables. Entre la población hubo quejas del olor a orina en algunas zonas, como los soportales de la Plaza Mayor o de la calle Carnicerías. Además, la basura sobrepasó las papeleras llegando al suelo, invirtiéndose los servicios municipales a fondo durante todo el fin de semana.

Para terminar, un fregadero instalado bajo el Ayuntamiento de la Plaza Mayor vertía sus aguas por una tubería hasta la alcantarilla situada al inicio de la calle Carnicerías, alcantarilla que se mostraba ligeramente levantada durante su uso, poniendo en peligro los pasos de los viandantes como puede observarse en la fotografía cedida, aunque afortunadamente no se registró ningún incidente.

Desde el viernes y hasta ayer domingo decenas de personas de todas las edades y procedencias acudieron a este evento cultural organizado por la empresa leonesa "Las Águilas de Valporquero" y patrocinado por el Ayuntamiento de Benavente.