El Encuentro de Encajeras que se celebra en Benavente por noveno año consecutivo reunió ayer por la mañana a doscientas treinta mujeres procedentes de las provincias de Madrid, Palencia, Valladolid, León, Asturias, Álava y Cantabria. Además del grupo de Benavente no quisieron perderse la cita las encajeras de las localidades zamoranas de Castrogonzalo, Fuentes de Ropel, San Cristóbal de Entreviñas, Villaquejida, Melgar de Tera, Cañizo y Valcabado.

El cambio de ubicación de la sala Lagares a la Plaza Mayor fue bien recibido tanto por las asistentes como por la organización, desde donde indican que llevaban varios años queriendo realizar la actividad en este punto del centro histórico y que no dudaron en aceptar el ofrecimiento que les hizo el nuevo alcalde, Luciano Huerga, quien ayer estuvo en el Encuentro junto a otros tres ediles socialistas para ofrecer al colectivo la misma ubicación, de cara a la próxima edición, en la que se celebraría el décimo aniversario.

Creación de asociación

"Si la participación nos acompaña y sigue aumentando, creo que es el mejor sitio", dijo María Isabel Fernández, portavoz del colectivo, quien apuntó que el cambio había beneficiado a los puestos de venta de material, procedentes de Galicia, Madrid, Cantabria y León, ya que la Plaza Mayor ofrece "más amplitud y estar al aire libre". Fernández aseguró ayer a este periódico que ya se ha puesto sobre la mesa la constitución del colectivo como asociación.

Dice la organizadora del evento que en los inicios no veían claro si la propuesta gozaría de aceptación entre el público y participaría la gente, pero ayer vaticinaba: "creo que el décimo aniversario lo hagamos ya como asociación".

Fueron muchas las personas que se acercaron a conocer la tarea que se realizaba en vivo y en directo en el centro de la ciudad, sintiendo el buen ambiente que reunió entre las encajeras.

Entre los incidentes a destacar está el mareo que sufrió una mujer, que fue tumbada sobre uno de los bancos de piedra y atendida tanto por compañeras como por dos agentes de la Policía Local, sin requerir asistencia sanitaria.

Mantener el curso

Entre las peticiones a la nueva concejal de Cultura está la de mantener el curso de encaje de bolillos que se desarrolla entre octubre y junio, junto al resto de actividades municipales, así como ser reubicadas en unas instalaciones donde no pasen tanto frío, ya que este año han realizado la tarea "hasta con la cazadora puesta", según recuerda la profesora, Leonor Marqués, quien ensalzaba las "buenas alumnas" que ha tenido y el aprendizaje de "cosas nuevas, metiendo algunas más modernas como son los bolsos".

Percibe la instructora del curso de bolillos que "hay más gente que quiere apuntarse" a este curso y apuesta por ampliar el número de horas, organizando dos turnos en función del nivel: uno para las que se inician en esta tarea y otro para las que ya tienen conocimientos al respecto y suelen necesitar menos tiempo.

Marqués ensalzó la función del noveno Encuentro celebrado ayer porque "es donde nos vemos las encajeras y donde podemos comprar material gracias a los puestos que vienen".