Dice un refrán que "el verano que más dura, buen invierno asegura", pero a algunos las altas temperaturas le están complicando el verano. Es por eso que gran parte de los vecinos han optado por comprar un ventilador para mitigar la subida del mercurio en el termómetro, lo que ha originado agotar las existencias de este aparato en las tiendas de Benavente.

Furones, con tienda en la calle La Rúa, es uno de los comerciantes que vio agotar sus existencias durante este mes de julio y teme que vuelva a ocurrir, ya que el hecho no sólo ha ocurrido en Benavente, sino que "los proveedores de Madrid no tenían matarial para suministrarnos".

También uno de los hermanos Pintado, con el establecimiento en la plaza de Santa María, afirma haber "agotado algunos modelos", lo que supone "el triple de unidades que el año pasado" y detalla que "la temperatura que haga por la noche es la que determina que se compre el ventilador" o se demande el climatizador del aire.

Fidalgo Moro, situado en la calle Herreros, explica por qué se prefiere el ventilador al aire acondicionado: "es más barato y no necesita de instalación". Por un lado la crisis y por otro los veraneantes que sólo desean solucionar la papeleta por el tiempo que van a estar en la comarca de Los Valles, explican el gran reclamo de ventiladores.

Si hace más calor, la gente podría pensar que los bares obtendrán más beneficios. Sin embargo, tal y como explica Tyna Cordero, presidenta de la Asociación de Hosteleros de Benavente (Ahosbe): "si hace demasiado calor la gente se queda en casa y no sale a la calle hasta que casi está cayendo el sol".

Judit Durá, de la heladería la Ibense, dice que las olas de calor "hacen cambiar las horas de consumo", saliendo menos gente por la tarde a la calle y más por la noche a dar un paseo y, de paso, tomarse un helado, un granizado o un sorbete, algunos de los productos más demandados.

Ramón Rovira, gerente de la heladería Smöoy en la plaza Juan Carlos I, apunta que "lo ideal es lo que llamaríamos como calor paseable", es decir, que haya buenas temperaturas para que aparezca algo fresco, pero que se pueda estar en la calle. "Si hace mucho calor, la gente se va a la piscina o al río".

También el perfil de los clientes es distinto en función de lo que elijan. Aquellos que proceden del mundo rural prefieren los sabores clásicos, como es la nata o el chocolate, mientras que la gente de fuera demanda más el helado de yogur natural, al estar más acostumbrado a probarlo en tiendas de esta franquicia en sus ciudades de origen.

Zamora en general y Benavente en particular están en alerta amarilla hasta el miércoles por una nueva ola de calor.