La campaña de recogida de cereal ha comenzado en el término municipal de Castrogonzalo sin que la Dirección General de Carreteras haya cumplido la promesa de dotar a la zona de un paso agrícola que supla los derribados y evite a los agricultores circular no menos de tres kilómetros hasta el viaducto más cercano.

Durante la construcción del enlace entre la autovía A-6 (Madrid-Coruña) y la Ruta de la Plata, el Ministerio de Fomento derribó uno de los dos pasos agrícolas y comenzó a hacer lo mismo con el segundo, el más cercano a la localidad. Las quejas de los agricultores y de los ayuntamientos de la zona frenaron su derribo cuando ya se había desmontado un terraplén y se estaba derribando el segundo.

Los dos pasos pero especialmente este último permitían a los agricultores y a los ganaderos cruzar sobre la autovía y utilizar los caminos de concentración para acceder a las fincas al otro lado de la A-6. También facilitaban el trasiego de vehículos agrícolas a Benavente a través del antiguo puente sobre el río Esla y del camino de Torrizales. Con un viaducto derribado y otro inutilizado, a los agricultores no les quedaba otra opción que recorrer varios kilómetros de ida y otros tantos de vuelta para utilizar al paso agrícola de San Esteban del Molar o arriesgarse a salir a la antigua carretera nacional N-630 usando las cuatro rotondas so pena de ser multados por la Guardia Civil.

A finales de 2014 la entonces subdelegada del Gobierno, Clara San Damián, medió en el conflicto y arrancó un compromiso de la Dirección General de Carreteras para construir un paso alternativo o mantener el que no había sido derribado. En mayo, la UTE de la autovía comenzó a reconstruir el terraplén de la margen derecha dando a entender que el viaducto sería reconstruido totalmente para su reutilización.

"Después de que inauguraran la autovía la empresa recogió hasta los pivotes de señalización y no hemos vuelto a saber nada. Mucho me temo que no vayan a hacer ya nada", explicó ayer el vicepresidente de la Cámara Agraria de Castrogonzalo. Miguel San Miguel está inmerso estos días en la campaña de recogida de cereal. Conduce una cosechadora y para acceder a las fincas ubicadas al otro lado de la A-6 tiene que recorrer tres kilómetros hasta el paso de San Esteban del Molar y descender hasta la zona de labor. "45 minutos de ida y otros 45 de vuelta no nos los quita nadie", explica. Utilizando los anteriores pasos, el derribado y el inutilizado, no tardaba ni diez minutos.

San Miguel explica que la Cámara Agraria retomará la reclamación de un paso alternativo de forma inmediata como ya hiciera en septiembre del año pasado. Los agricultores de la zona se sintieron entonces perjudicados al perder los pasos sobre la A-6; confiaron en el Gobierno cuando Carreteras anunció que la carencia se solucionaría; y ahora sospechan que el compromiso puede no ser una realidad, pero volverán a hacer todo lo posible por lograr que el Ministerio cumpla su palabra, según aseguró ayer el vicepresidente de la Cámara Agraria de Castrogonzalo.