Una veintena de personas de la comarca de Benavente han estrenado las instalaciones del nuevo Centro de Día de la Fundación Intras destinado a pacientes con discapacidad a causa de una enfermedad mental grave o prolongada, descripción técnica que incluye desde una depresión hasta una esquizofrenia.

Las instalaciones se han abierto tras una década de trámites y búsqueda de subvenciones en las administraciones públicas y en tan sólo tres meses ya han cubierto el 66% de las plazas ofertadas.

Este Centro de Día acoge diversos talleres, actividades y salidas didácticas con las que se busca fomentar las relaciones sociales y la movilidad de los usuarios. También el cuidado y limpieza del Centro depende de los propios participantes en el programa, que reparten las tareas potenciando la aceptación de responsabilidades que luego pueden aplicar en su vida cotidiana.

"Me siento más apoyado, más persona", explica J. Carlos, uno de los usuarios. Tanto él como el resto de compañeros coinciden en que la toma de medicación es fundamental para desarrollar su día a día con normalidad y apuntan a la evolución en los tratamientos para enfermedades psíquicas de los años `70 a la actualidad, habiéndose mejorado su integración en la sociedad, aunque en varias ocasiones sigan notando el rechazo de la gente.

Es por eso que el Centro de Día se vuelve un elemento clave para fomentar la autonomía, romper los estereotipos y evitar el rechazo

Según apunta la Coordinadora del Centro, Soraya Alonso, quien apunta a la responsabilidad de toda la sociedad para avanzar en la aceptación, la clave está en "aceptar que hay personas con enfermedades mentales, pero ni son violentas ni agresivas".

En cuanto a la mejora de los pacientes, es fundamental que estén convenidos de querer asistir a este tipo de terapias y que elijan ellos mismos las actividades que quieren hacer, surgiendo así talleres de cocina, de artesanía o de informática.

La inclusión en nuevas tecnologías, a través del uso de programas creados por la propia Fundación, son una de las tareas preferidas de los usuarios de Benavente, que acuden hasta el Centro en el minibús urbano o se acercan hasta la cabecera de comarca desde otras localidades cercanas.

Una de las voluntarias, que prefiere no revelar su nombre, apunta que "reconocer pronto la situación es clave, por eso deben venir más jóvenes".

Actualmente el perfil de usuarios del Centro de Día de Benavente tiene una edad de entre 30 y 55 años, con número similar en hombres y mujeres.

Además de la cohesión de grupo, el personal especializado como es Soraya se encarga de individualizar las tareas para que el programa sea más efectivo y evitar el agravamiento de la enfermedad y sus correspondientes recaídas e ingresos. Esta educadora social con experiencia en la integración de diversos colectivos informa también a las familias de las ayudas que hay para la dependencia o de los servicios a los que deben acudir en función de cada caso.

Los usuarios del Centro de Día de la Fundación Intras en Benavente tienen sus familias (padres, hijos, nietos, etc.) y también sus aficiones como la repostería, la carpintería o la costura. Reconocen los beneficios que las terapias hacen en ellos y combaten la enfermedad mental hasta ganarle la batalla mientras esperan "que el centro vaya para adelante y se cubran todas las plazas".