La Guardia Civil investiga una oleada de robos en las iglesias del valle de Vidriales en las que los cacos se han apropiado de pequeñas cantidades de dinero desvalijando los lampadarios y en otros templos se han forzado las puertas sin haber podido acceder al interior.

El párroco de las iglesias afectadas presentaba denuncia ayer en el cuartel de la Guardia Civil de Camarzana.

Durante estos dos últimos meses, un total de cinco templos han sido objeto de los cacos. El último de ellos se producía en la madrugada de ayer en la iglesia de Tardemézar. Algunos vecinos hicieron huir a los ladrones cuando intentaban forzar la puerta de la iglesia. El ruido en el pórtico del templo alertó a algunos vecinos señalando que dos desconocidos huyeron corriendo al dar la voz de alarma. En la iglesia de San Pedro de la Viña los ladrones tuvieron más suerte ya que se llevaron las monedas del lampadario destrozándolo, a la vez de forzar la cerradura de la puerta para acceder al interior del templo. Fue la encargada de abrir la iglesia cuando este miércoles se dirigía al templo y comprobó que la puerta estaba abierta. Todo apunta que los hechos en esta iglesia de San Pedro de la Viña se produjeron en la madrugada anterior. Recientemente los ladrones forzaron la cerradura de la sacristía de la iglesia de Santibáñez de Vidriales, sin que el párroco echase en falta objeto alguno, confirmó el propio sacerdote Miguel Hernández. Esta iglesia ya ha recibido la visita de los cacos al menos en tres ocasiones.

Desconocidos también han intentado forzar la cerradura del santuario de la Virgen del Campo en Rosinos para acceder al interior. Otro tanto ha ocurrido recientemente en la ermita del Cristo en Moratones. En este pequeño templo ubicado en el cruce de carreteras y de acceso a la localidad, los ladrones forzaron el pasado año la puerta, destrozando parte de la madera para acceder a su interior apropiándose del dinero que introducen por la rejilla los devotos.