El escudo de armas de Benavente, la Virgen de la Vega, luce desde ayer por la tarde sobre una peana en el centro de la rotonda de la Vía del Canal. Se trata de la versión más "ortodoxa" del escudo: la virgen con el niño en brazos arrojando piedras sobre un puente de dos ojos con torres en sus extremos, tal y como aparece en el escudo de la ciudad.

La virgen está construida en una aleación de bronce, cobre, plomo y estaño, pesa 180 kilos, mide un 1,40 metros, y es de color bronce pompeyano. Es obra del escultor zamorano Ricardo Flecha que ha tardado dos meses en completar el encargo. La escultura fue fundida en Granada y su colocación pone fin a los trabajos de duplicación de carriles entre la rotonda de la Vía del Canal y el cruce de la Soledad promovida por la Diputación de Zamora a propuesta del anterior equipo de Gobierno municipal. Exfamex ha sido la adjudicataria de las obras y la que ha encargado el trabajo a Ricardo Flecha.

El escultor zamorano explicó ayer que tras recibir el encargo había pedido a amigos de Benavente imágenes del escudo para desarrollar su idea de la escultura. Finalmente optó por esta versión del puente con dos ojos (en las imágenes que existen de la Virgen a diferencia de la que figura en el escudo, el puente tiene tres ojos). La Virgen está tocada con una corona pero sin el ornamento religioso que aparece en el escudo y que hubiera sido difícil de fundir y de mantener.

Flecha, que participó bajo un sol de justicia en las tareas de colocación del escudo sobre la peana de hormigón revestida de piedra que se alza en la glorieta de la Vía del Canal, se mostró satisfecho del resultado de la escultura y aunque reiteró que la obra representa el escudo de armas y no se trata de un monumento a la patrona de la ciudad, explicó que si los benaventanos entienden que la estatua de bronce representa a la virgen y no tanto el escudo de armas "es una prueba de que se identifican con la obra y se implican con ella haciéndola suya".