En torno a 130 calabazas diferentes guarda el CEIP El Pinar en la planta baja de su centro educativo. No es que los niños ahora se hayan vuelto hortelanos, se trata del primer concurso en el que estas hortalizas se decoran al hilo de una fiesta procedente de los países anglosajones conocida como "Halloween" y cada vez más implantada en España.

Es por eso que el departamento de inglés, con las profesoras María García y Yolanda Coello como impulsoras de la idea, consideran que "hablar de esta celebración es casi obligatorio" dentro del área que manejan.

Hoy jueves es el último día para presentar las "pequeñas y terroríficas obras de arte" y entre los premios, uno por cada ciclo, los libros serán los protagonistas.

El tallaje, la originalidad y creatividad serán valoradas para otorgar esta clasificación que no dejará a ningún menor sin premio, recibiendo todos un cucurucho de golosinas. El AMPA también participa en el desarrollo de la actividad que se ha completado fuera del aula y que ha fomentado la actividad en familia, así como la creatividad de los más pequeños.

Enseñar la cultura

"No enseñamos sólo el idioma, enseñamos también la cultura", dicen las profesoras de inglés, que relacionan el tema con la festividad de Todos los Santos, el día 1 de noviembre, para que los menores conozcan también que aunque "Halloween" cada vez está más extendido, en España el día de celebración es el Día de homenaje y recuerdo a los difuntos.

Sin embargo, las películas y series americanas han difundido tanto el mensaje, que cuando María y Yolanda quieren explicar en qué consiste lo de disfrazarse de un personaje que dé miedo y acudir a las casas pidiendo golosinas, "lo tienen más que asumido", según las propias docentes.

De hecho, en Benavente el propio barrio El Pinar ya cuenta con numerosos niños que en la tarde- noche del viernes acuden a las puertas de los vecinos para decir la conocida frase "truco o trato", según la experiencia de años anteriores.

Entre las calabazas presentadas al concurso hay ideas de todo tipo con materiales de manualidades, como la famosa goma eva, así como otros orientados al reciclaje, pero todas ellas buscan mezclar la simpatía con el miedo, recordando personajes como los piratas y las brujas, que tradicionalmente carecen de fama de buenos. Sin embargo, a los pequeños no les asusta nada.