Un proyecto que cuenta con fondos europeos está logrando potenciar la fertilidad de terrenos ubicados en el municipio zamorano de Congosta de Vidriales. Se trata de una investigación conocida como "LIFE+ Operation CO2" que entre sus objetivos tiene la captación de emisiones de dióxido de carbono.

Para la localidad aneja del Ayuntamiento de Ayoó de Vidriales, este proyecto ha hecho poner en funcionamiento tierras que estaban abandonadas. Según Pedro Luis Alonso Fernández, ingeniero encargado del proyecto "es un capital que estamos desperdiciando, pues se calcula que en España hay abandonadas entre ocho y diez millones de hectáreas". Reconoce el técnico que "sembrar trigo, cebada o remolacha y no preocuparse de nada más es demasiado sencillo. Aquí se busca que los terrenos sean autosuficientes y sean rentables, para generar riqueza en el terreno y con personas en las que se crearía empleo".

La iniciativa se puso en marcha en el año 2012 y cuenta con cinco años para llevarse a cabo. Durante el primer año se hizo un cultivo general de trigo "que se sembró en surcos, en lugar de en llano para que no haya problemas de inundación", cuenta Alonso. Durante el segundo año las plantaciones son de árboles (castaño, jervo, pino, almendro y pistacho). Los pinos microrrizado para producir níscalos y las jaras para producir boletus.

Camino del ecuador del proyecto, "se ha mejorado el suelo gracias a las técnicas de cultivo y productos usados. Se probaron tres zonas y los resultados iniciales que parecían más productivas ahora son las menos y viceversa. Los cambios de suelo necesitan unos treinta años, pero en dos años se están viendo cambios interesantes", cuenta el zamorano.

El proyecto agroforestal que combina cultivos y técnicas origina una producción interesante cuyos resultados esperan los nueve socios de tres países (España, Países Bajos y Reino Unido) que desarrollan la investigación en 25 hectáreas en la provincia de Zamora, en otras 25 de la provincia de Zaragoza y en 4.000 hectáreas en de los Pirineos.

Entre los socios españoles está la Fundación General de la Universidad de Valladolid, Viveros Fuenteamarga (en Cabezón de Pisuerga, Valladolid), la empresa zamorana Beral Ingeniería, la zaragozana Alternativas Ecológicas Edena y la Fundación Caixa Catalunya.

Ezequiel Prieto, alcalde de Congosta (y no concejal como por error se dijo en el último artículo sobre este tema), explicaba que la importancia que ha supuesto esta iniciativa se traduce en "el simple hecho de que se oiga el nombre de estas tierras" y adelanta que si hay una segunda fase "estamos dispuestos a ceder los terrenos".

Sofía Tostón, alcaldesa de Ayoó de Vidriales, afirma que vio interesante el tema "desde el primer momento" y apunta a que el interés se puede extender "a toda la provincia, a nuestra tierras abandonadas". Destaca el seguimiento exhaustivo, continuo y con mimo que como ella misma ha comprobado realizada Pedro y espera que "ayude a cambiar los cultivos".

En relación a la financiación, la Diputación ya ha mostrado interés por el proyecto y aunque no hay nada cerrado "se ve intención de continuar", según Tostón.