Benavente clausuró ayer el XI Congreso de Toros de Cuerda celebrado en la ciudad durante el fin de semana del 4 al 6 de julio. La jornada estuvo marcada por la inestabilidad meteorológica, cuyas lluvias no espantaron a los miles de asistentes a las seis exhibiciones de los encierros urbanos.

El domingo comenzó con el desfile de las diversas localidades que a continuación enseñarían las peculiaridades de sus fiestas taurinas. La música y los bailes marcaron la llegada a la calle Las Eras de los municipios que han visitado Benavente para participar. Balcones, vallas y jardines se llenaron pasadas las doce del mediodía, en los últimos recorridos. Antes, muchas personas estaban aún en cama recuperándose de la noche anterior, que estuvo animada por las peñas y sus charangas, que cantaron juntas el "Amigo conmigo vente" , así como por la verbena de la orquesta "Divertimento", que actuó en la plaza de la Madera.

El sector hostelero ha notado en estos días la gran afluencia de gente. Los comercios lo han hecho en menor medida, aunque aseguran que se alegraban de ver "vida en las calles" y entre la población dudaban de si se habría alcanzado el número de visitantes anunciado por la organización.

Acabadas las exhibiciones taurinas, mozos de Chiva hicieron una torre humana a ritmo de flauta y tambori.

Por su parte, el alcalde de Benavente, Saturnino Mañanes, felicitaba a la Federación Nacional de Toros de Cuerda por la iniciativa de crear este evento, así como a los miembros de la Asociación Benaventana del Toro Enmaromado (ABTE) por la labor realizada, una tarea ensalzada por muchas localidades visitantes, llegando alguna incluso a calificar el Congreso como "el mejor hasta el momento".

Repetir antes del 2020

Ante la posibilidad de repetir la experiencia Mañanes apuntó a esperar los cuatro años que marca la normativa para dejar cumpli la petición de otros municipios "con alcaldes deseosos de que vayamos allí"y a que el Congreso vuelva a Benavente antes del año 2020.

La jornada se clausuró con el intercambio de obsequios entre las localidades visitantes, incluidas aquellas que en esta ocasión no corrieron a su estilo, pero sí acudieron a ver el resto de exhibiciones. Emotiva despedida con Francisco Javier Hernández, presidente de la ABTE, que mostraba los nervios a flor de piel y no pudo evitar las lágrimas al citar a Carcabuey (Córdoba), la localidad donde surgió la idea de traer un Congreso así a Benavente, junto a su amigo Álvaro.

La buena acogida de los benaventanos y la defensa de la tauromaquia reinaron en los discursos, donde el representante de Amposta (Tarragona), apuntó que "es un gusto poder sacar un toro a la calle y no sentirte acosado".

Rompía a llover el cielo justo a continuación de la cesión del testigo de Benavente a Lodosa (Navarra), que se encargará de organizar el Congreso el próximo año. El agua que caía con fuerza parecía simbolizar la tristeza que tenía la organización por ver terminar un fin de semana al que han dedicado más de dos años de trabajo. En el lado opuesto, las localidades visitantes decían haberse sentido en Benavente "como en casa".