La retirada por el propio alcalde de Calzadilla de Tera de una pequeña rampa de acceso a una vivienda ha obligado al propietario de la casa a requerir la presencia de la Guardia Civil. De los agentes de la Benemérita y consultar con un abogado para poder emprender acciones legales contra el regidor de Calzadilla.

Los hechos se produjeron en la mañana del lunes cuando el propietario de la casa en el número 26 de la calle la Cruz de Calzadilla de Tera se encontró con que dos operarios y el alcalde estaban retirando la rampa de acceso al edificio construido hace tres años.

El titular de la casa, Eusebio Ramos Álvarez quien además es familiar del alcalde Francisco Ramos del Amo, recriminó la actuación al regidor al pedirle explicaciones, según explicó ayer el propio afectado. Le dije que iba a sacar el coche y quedó ahí (en medio de la entrada) y es que se me quedó parado", según argumenta Eusebio Ramos explicando que fue el propio alcalde quien no dudó en agacharse para picar debajo del vehículo y retirar el material de cemento picando con el martillo percutor.

La situación vivida por el vecino le parece inverosímil, ya que la pequeña rampa de acceso no dificultaba la normal circulación tanto de personas como de vehículos puesto que había retirado medio metro el edificio al construirlo. "Incluso lo hice entonces desoyendo las recomendaciones del alcalde ya que me decía que no hacía falta retirar", explica Eusebio Ramos advirtiendo que muchas más rampas y peldaños ocupan en el pueblo el espacio público. Más aún, quiere resaltar este vecino que "varias de las casas del alcalde tienen rampas en la calle". Una situación que en Calzadilla de Tera ocurre con una veintena de edificios de particulares, según ha podido comprobar este diario.

Medida "arbitraria"

Eusebio Ramos atribuye la retirada de la rampa a "un capricho personal" del alcalde y familiar considerándola como "arbitraria e impropia" de un regidor que "tiene que mirar a todos los vecinos por igual, empezando por él mismo", decía ayer este vecino. No obstante, desde el Ayuntamiento se le ha venido requiriendo la retirada de la rampa, a través de escritos que el propio afectado ha desatendido de recibir, según ha reconocido el propietario de la casa.

Este vecino afectado se ha puesto en contacto con un abogado para sopesar la posibilidad de emprender acciones legales contra el alcalde ante "la arbitrariedad" de la situación.

Fuentes municipales consultadas no han visto con buenos ojos la iniciativa emprendida por el alcalde ya que en tal caso, según han argumentado, se tendría que medir con el mismo rasero a todos los titulares de edificios cuyos inmuebles invaden la vía pública con rampas o peldaños al sobresalir, aunque sea en una menor medida, de la fachada. "O todos moros, o todos cristianos, empezando por la cabeza", resumía también un vecino queriendo permanecer en el anonimato.