Cumplir años tiene premio y el mejor de todos es ver la llegada de nuevas generaciones a través de los hijos, hijas, nietos y nietas que van llenando las casas.

Por eso la Asamblea Comarcal de Cruz Roja Benavente ha desarrollado durante esta semana las VII Jornadas del Mayor, en el que abuelos y abuelas han sido los protagonistas de los actos más emotivos. Entre ellos Pausilipo Gil que tiene 100 años y que ayer acudió acompañado de Josefa Gil, su hija y cuidadora. De él se destacó su "trayectoria vital, su experiencia, su historia". Nació en San Miguel del Valle, pero desde hace más de 30 años vive en Benavente. Su profesión fue agricultor y recuerda que, lo que más le marcó, fue "vivir la guerra". Le llamaron a filas con 23 años y fue herido en Asturias, donde recibió un tiro en el pecho del que afortunadamente salió adelante y aún hoy puede contarlo.

Un ramo de flores y un cálido aplauso sirvieron para celebrar la longevidad de Gil.

También el teatro Reina Sofía fue escenario de un homenaje a los abuelos y abuelas, que posaron para la foto de familia junto a sus nietos y nietas, participantes y ganadores del Concurso Infantil de escritura sobre los abuelos. Las obras están expuestas en la sala infantil de la biblioteca de Benavente.

La tarde estuvo amenizada con diversas piezas teatrales interpretadas por el Grupo Centro de Día Los Tres Árboles, de Zamora.

El acto se cerró con la actuación de la Rondalla Benaventana, que puso alegría y sonoridad al final de la jornada.

Talleres y excursiones han completado la programación de estas séptimas jornadas, que caminan hacia la intergeneracionalidad.

Enseñando tecnologías

Con el fin de que los conocimientos de nuestros mayores no se queden obsoletos, Cruz Roja organiza continuamente diversos cursos relacionados con las nuevas tecnologías. Para esta semana la formación se ha centrado en la iniciación a Internet y las redes sociales, además del desarrollo del taller de movilización para personas dependientes, un asunto muy presente entre los mayores de la comarca y cuyo colectivo intenta mejorar Cruz Roja a través de la formación, entre otros aspectos.

La psicóloga Lola Fernández resumió en su ponencia, el tesoro que los abuelos suponen para la familia, un "colchón" económico y emocional que ha sidofundamental en los tiempos de crisis que se viven y que no se debe dejar de apoyar cuando vuelva la bonanza, porque el valor de nuestros mayores no debe depender de la subida o bajada de las bolsas ni los mercados.