La convivencia a través de las artes dramáticas es un novedoso proyecto llevado a cabo en el Instituto Los Salados en el que han participado medio centenar de alumnos y alumnas. Se trata de un programa impulsado por la profesora Mercedes del Pozo, del área de Literatura, en colaboración con el departamento de convivencia, de Irene Ríos, y que ha contado con la subvención de la Consejería de Educación.

Por un lado el alumnado mediador de toda Educación Secundaria (elegidos por sus compañeros a principio de curso para la resolución de conflictos) reciben técnicas para "saber ayudar a los compañeros", según explican Ayla Maniega, a los que Elena Fernández añade "y ganar confianza en poder ayudar a alguien y que no se rían de ti por hacerlo".

Por otra parte, se ha ampliado la formación dramática de los jóvenes que forman parte del taller de teatro y que cursan 4º de la ESO. Éstos han aprendido diversas técnicas de coralidad, interpretación, voz, etcétera. También cosas tan sencillas como "no dar la espalda al público o quitarnos los nervios y la vergüenza", indica Maryam Fernández. Uno de los ejercicios fue, por ejemplo, el de los ovillos de lana con el que se hizo sentir a los participantes que estaban interconectados, un clima que, según Alfonso Rodríguez, alumno, "ya se sentía antes".

Aún así, las especialistas en formación actoral que acudieron a Los Salados transmitieron muchos trucos tanto para los que se suben al escenario (como harán el próximo jueves en el Reina Sofía con la obra "Criaturas") como con los mediadores en los que han infundado valores de unión y de ayuda al prójimo aunque, afortunadamente, según explica Iván Álvarez, mediador de 3º de la ESO, "aún no ha hecho falta intervenir en ningún conflicto".

Y todo el mundo espera que así siga el clima del centro.