Un grupo de ciclistas de montaña detectó el pasado sábado a la altura del término municipal de Villaferrueña una trampa de clavos oculta bajo la tierra en una conocida ruta de senderismo y cicloturismo, según explicó a este periódico un usuario habitual de esta ruta.

Al parecer los ciclistas, algunos de ellos miembros del Club de Montaña de Benavente, descubrieron la trampa en un tramo del sendero que apenas sobrepasa el metro de anchura. La trampa estaba oculta bajo la tierra del sendero y de haber pasado las bicicletas por encima ninguna hubiera evitado un pinchazo seguro.

«Estaba hecha a conciencia. De chapa y plagada de clavos», explicó la misma fuente, un motorista que habitualmente recorre también este sendero que es conocido como el camino entre Benavente y Arrabalde. Los sábados y los domingos, este tramo en concreto, es muy frecuentado por corredores, senderistas, y fundamentalmente aficionados a la bicicleta de montaña y a las motocicletas Enduro.