Un gallo luciendo una solemne cresta de cinco puntas, una agazapada liebre, un presumido perro con sus uñas pintadas, un conejo juguetón o un inquieto gato formaron parte ayer de la variada relación de animales bendecidos en Santa Cristina de la Polvorosa con motivo de la festividad de su santo protector, san Antonio Abad.

Desde el año 1890 viene la familia Sobejano de Santa Cristina organizando en esta localidad los festejos en honor al santo de los animales, el eremita san Antonio Abad. En colaboración con la parroquia, la fiesta en la que las mascotas reciben la bendición de san Antón, no deja indiferente a ningún vecino ni transeúnte que pasara al mediodía de ayer por delante de la iglesia.

El pórtico del templo se convirtió en un improvisado núcleo zoológico a la espera de recibir el agua bendita de manos del párroco Baltasar Villalón quien se resiste a perder esta antigua tradición que deja simpáticas estampas con la variada concentración de animales domésticos. Muchas de estas mascotas, de la mano de sus dueños, asisten a la misa en honor al santo enredando sus correas entre las patas de los bancos. Otros se atreven con sus tímidos sonidos a no dejar que sus congéneres les resten protagonismo. Nadie es ajeno a este simpático mundo de mascotas. Todo sea por san Antonio y porque quienes son uno más de la familia reciban los parabienes divinos.

El agua bendita del hisopo llegaba a cada una de las mascotas ante la atenta mirada de san Antonio en una gélida mañana con tímidas gotas de nieve caídas del cielo haciendo dudar a los presentes de portar en procesión la imagen del santo. El protector de los animales, el santo abad, tenía que verse arropado por sus protegidos en un corto recorrido alrededor de la iglesia, como siempre se ha venido haciendo. Una misa con una nutrida participación de devotos con sus mascotas cerró los actos en honor a san Antón iniciados en los días previos con los oficios de un Tríduo.

Santa Cristina renueva año tras año la tradición como lo hace Burganes o en esta jornada de sábado Santa Colomba de las Monjas. En otras localidades como en Castrogonzalo se bendicen esta tarde los caballos utilizados por los quintos en la carrera de cintas y en Junquera o Brime de Sog se sigue también honrando al patrón de los animales con una misa, aunque ya sin la bendición de las mascotas.