Benavente celebró ayer tarde la festividad religiosa del Corpus Christi, un día después de concluidas oficialmente las fiestas de la Semana Grande. La celebración religiosa, ligada estrechamente a las fiestas del Toro Enmaromado hasta el punto de que el festejo está documentado como Toro del Corpus durante buena parte de la historia local, comenzó a las siete de la tarde con una Eucaristía en la iglesia de Santa María del Azoague a diferencia numerosas localidades de la provincia y de la región donde los actos religiosos más tardíos se iniciaron entre las cinco y las seis de la tarde.

Tras la Eucaristía comenzó la procesión por las calles del centro de la ciudad. La comitiva procesional se dirigió desde Santa María a la calle de la Rúa, descendió por Santa Cruz hasta la calle de las Carnicerías y desde la Plaza Mayor giró hacia la calle de Los Herreros para regresar a la parroquia donde se dio por finalizada pasadas las nueve de la noche.

La Cruz Sacramental abrió la procesión seguida de una treintena de niños que este año han hecho la Primera Comunión. Los pequeños, con cestas de pétalos rojos y blancos, fueron alfombrando las calles por las que pasó la comitiva procesional.

El párroco de Santa María del Azogue, Leovigildo Martín, parroquia titular de la celebración religiosa, siguió los pasos de los pequeños ayudado de un asistente que portaba un altavoz para hacer oir los rezos y los cantos procesionales. A cierta distancia seguía bajo palio el Cuerpo de Cristo portado por el párroco de la parroquia de San Isdiro Francisco Abad. Tras este, el párroco de San Juan del Mercado, César Salvador y las autoridades municipales con el alcalde a la cabeza cerraban la procesión.

Hace algo menos de una treintena de años que la procesión del Corpus Christi se celebra en domingo. Anteriormente tenía lugar en jueves, y en las vísperas se corría el Toro Enmaromado.

Instituida en Francia en el año 1320, la festividad del Corpus también arraigó en Benavente como en numerosos rincones de la península. Se celebraba el jueves siguiente a la dominica de la Santísima Trinidad y constituía una manifestación colectiva de exaltación de la Eucaristía y de adoctrinamiento sobre las verdades de la fe cristiana. Aunque en la actualidad están aparentemente desligadas la celebración religiosa y la fiesta popular que la ha precedido, el origen del Toro Enmaromado se sitúa en el contexto de la festividad del Corpus Christi. De hecho, a mediados del siglo XVII el festejo se denominaba «Toro Enmaromado de la víspera del Corpus».Ayer, fidomingo final de la Semana Grande, muchos benaventanos participaron en la misa y en la procesión del Corpus Christi.