El PHC recoge también la disminución de la demanda para abastecimiento producida recientemente en el sistema de explotación del río Órbigo, ya que Benavente ha pasado a depender del sistema de explotación del Tera, aunque la ciudad prevé mantener un volumen de demanda de agua de este río para el riego de zonas verdes.

En el apartado de asignación de recursos, la demanda de Benavente y el Valle del Tera está integrada a día de hoy por 34.085 habitantes que de forma estacional aumentan hasta los 532.650. La dotación urbana por habitante y día se ha estimado en 247 litros y la demanda anual alcanza los 3,537 hectómetros cúbicos. A estas cantidades hay que añadir los 4.128 habitantes que se abastecen por bombeo en el Valle del Tera, una población que se duplica de forma estacional: 8.945 habitantes. El consumo para este grupo de población es de 265 litros por habitante y año, algo más de 0,5 hectómetros cúbicos anuales.

La memoria del Plan Hidrológico de cuenca contempla una serie de planes de gestión del riesgo por inundaciones que se dividen en tres fases: una evaluación preliminar del riesgo potencial significativo que se desarrolló antes del 22 de diciembre de 2011 para determina las zonas para las que existe un riesgo potencial de inundación; la elaboración de mapas de peligrosidad y de riesgo de inundación que para cada demarcación hidrográfica estará elaborado a más tardar el 22 de diciembre de 2013; y un plan de gestión del riesgo de inundación basado en los mapas anteriores que deberán haber finalizado y publicado a más tardar el 22 de diciembre de 2015.

La primera fase, la que determina la evaluación preliminar del riesgo de inundación, fue completada por la Confederación Hidrográfica del Duero en el año 2010. El estudio identifica 26 áreas con riesgo potencial significativo en las que se agrupan 211 tramos que en total se extiende a lo largo de 404,22 kilómetros. En el ranking de zonas de la cuenca susceptibles de riesgo de inundación Benavente-Órbigo-Esla aparece en el noveno lugar con nueve tramos afectados. El plan de gestión que se elabore deberá tener en cuenta aspectos tales como: costes y beneficios, extensión de las inundaciones y vías de evacuación, e identificación de zonas con capacidad para retener y laminar las inundaciones.