«¿No tienes alguno que termine en 13?», preguntaba ayer por la mañana un cliente en la Administración número 1 de Benavente. Es una de las cifras más buscadas, por ser el año que empieza. Muchos también han preguntado por la terminación en 12, en referencia al año que acaba.

Los benaventanos, sin embargo, tentarán a la suerte en menor medida que el año pasado. Según los puntos de venta de lotería consultados por este periódico, las ventas han bajado con respecto al año pasado hasta en un 5%. Otros no especifican un porcentaje, pero sí advierten que la venta ha sido menor que en 2011 y algunas dependientas apuntan incluso a que «en los últimos quince días se ve poco movimiento por la calle».

Los bares o kioscos que venden números para el sorteo de Navidad advierte que mucha gente prefiere el décimo tradicional "cuando ven que es un papel de la máquina muchos no lo quieren", aunque algunos hacen la excepción si es el número que juega el bar.

Llaman la atención los números raros y gusta acudir a la largo de la tarde de ayer «a ver qué queda», según dice otra de las vendedoras.

«Las terminaciones preferidas son 3, 5, 7 y 9», apuntan desde Loterías Escudero, que es la Administración número dos de la ciudad, aunque muchas personas buscan números concretos.

La esposa de Marcelino Pérez, dueño de la Administración Lotería Benaventana, asegura que han vendido décimos para enviar a lugares como Alemania o El Congo y que, en su caso, las ventas han aumentado con respecto al año pasado, fecha en que dieron un quinto premio. También afirman que desde que con la máquina se puede vender hasta las doce de la noche, muchos esperan al último momento para probar suerte.

En cuanto al perfil del comprador, hombres y mujeres están prácticamente igualados, aunque sí resaltan que cada vez más gente joven se anima a participar en el sorteo de Navidad.

Los castellanoleoneses, con algo más de 101 euros por habitante, junto a riojanos y asturianos son los españoles que más invierten en la lotería de Navidad, según la Loterías y Apuestas del Estado. José Antonio Asensio es un zamorano que viene de la capital de la provincia a visitar a un amigo y aprovecha para entrar en una administración de Lotería, no vaya a ser que la suerte esté en Benavente y él pase por delante sin tentarla. Asensio asegura que tiene como práctica habitual comprar décimos para regalar a seres queridos mientras que otro cliente, vestido con el mono de faena, afirma que sólo lleva un décimo «porque las probabilidades de que toquen son las mismas».