El Centro de Educación de Adultos de Benavente ha experimentado un aumento de la demanda de matriculas progresiva desde hace dos años. El número de alumnos inscritos en la oferta formativa se ha incrementado en un 15%, han pasado de 550 estudiantes a 650 en apenas dos cursos académicos. De los cuales, el 30%, 200 son aspirantes a superar el graduado en Secundaria, según informó a este periódico el director del centro, Miguel Ángel Donado.

El incremento del desempleo, debido a la situación de crisis económica, ha motivado que muchas personas, actualmente sin trabajo, hayan decidido terminar la Educación Secundaria Obligatoria (ESO), o cursar otro tipo de formación profesional. Una gran cantidad de jóvenes de Benavente y comarca dejaron de estudiar al conseguir un puesto de trabajo para el que no les exigían cualificación en tiempos de bonanza económica, y ahora en paro, han optado por intentar lograr algún título académico que reconozca su formación, cada vez más necesaria para encontrar un empleo. La matrícula en los exámenes libres destinados a mayores de 18 años también se ha disparado desde el inicio de la crisis. Esta opción es la elegida por personas que, por sus condiciones labores o familiares, no pueden acudir diariamente al centro.

Aunque el número de alumnos aumenta, la plantilla docente se sigue manteniendo igual. Un total de 14 profesores se encargar de impartir la amplia variedad educativa ofertada por este centro. Este tipo de entidades tienen un funcionamiento muy diferente al resto de los centros educativos de la ciudad. Existen tres turnos de clases diarias, que se prolongan desde las ocho de la mañana, hasta las once de la noche. El profesorado debe planificarse y repartirse para poder atender a todos los estudiantes matriculados.

Dentro del alumnado de educación secundaria del centro se diferencian claramente dos perfiles. Los jóvenes con una escolarización reciente que suelen cursar los dos últimos módulos de la ESO (3º y 4º), y el adulto, personas de 30 años que lo normal es que comiencen en los primeros módulos, o incluso en las enseñanzas básicas (educación necesaria antes de comenzar la ESO, lo que anteriormente era el graduado escolar). El primer grupo muestra menos predisposición hacia el aprendizaje, y el segundo grupo son más voluntariosos, y disponen de una actitud de aprovechamiento muy activa.

El centro, además de ofertar formación académica, también ofrece formación profesional orientada hacia el mundo laboral, talleres de idiomas, informática vía telemática y español para inmigrantes.