Más de una treintena de denuncias han sido interpuestas desde la entrada en vigor de la Ordenanza Cívica. La mayor parte de estas sanciones han sido tramitadas por los agentes que realizan servicio de paisano y que recorren todas las zonas de la ciudad, incluidos los barrios. Las multas más repetidas son por orinar en la vía pública, tirar petardos, beber alcohol en la vía pública, no recoger los excrementos que dejan los animales en la calle, dejar bolsas de basura fuera de contenedores habilitados al efecto, lavar vehículos en la vía pública o verter suciedad desde los mismos, llevar las mascotas sueltas y pintar grafitis.

La realización de pintadas o grafitis sin la autorización pertinente en edificios, vía pública y mobiliario urbano está considerado como falta grave, con una sanción de entre 301 y 750 euros, salvo que se efectuase sobre monumentos, edificios públicos, de catalogación especial o mobiliario urbano se considerará la infracción como muy grave, y se sancionará con multa de hasta 1.000 euros.