«Hacemos cuadros redondos» dijo un niño al contemplar las pinturas plasmadas sobre la cáscara de los huevos de gallina. Como si fueran orfebres cincelando preciosas joyas, los niños de San Pedro de la Viña y de Santibáñez de Vidriales clausuraron un taller de huevos de pascua en el que han participado cuarenta pequeños de entre 3 y 14 años.

Un grupo de 26 niños han participado en el taller desarrollado en Santibáñez y otros 14 pequeños lo han venido haciendo en el de San Pedro de la Viña.

Dirigidos por la monitora del Punto de Información Juvenil del Ayuntamiento vidrialés, tanto uno como otro grupo se encargaron primeramente de un delicado trabajo consistente en el vaciado de los huevos. No hicieron falta muchas docenas porque los pequeños ya están acostumbrados a este «oficio» en el que suelen repetir la actividad desde hace unos años. Aunque alguno de los huevos llegó a romperse, la mayoría de ellos servía para el objetivo final. Un preciado tesoro confeccionado por las manos de cada uno de los pequeños y que en el último día del taller sería escondido en los lugares más inhóspitos hasta dar con esa buscada joya.

Pero hasta llegar a la jornada de la búsqueda del tesoro han hecho falta muchas horas de trabajo en el taller aprendiendo el oficio de orfebres, de pintores de huevos. Desde los primeros momentos, los pequeños se encargaron de colorear las pequeñas plantillas de dibujos que irían plasmados sobre las cáscaras. Un trabajo agradecido por los pequeños, atareados con el vivo cromatismo de las pinturas. Ya llegaba el momento de contemplar las preciadas joyas manufacturadas por los aprendices.

La jornada de clausura del taller servía, en una y otra localidad, para que los pequeños distribuidos en grupos de edades y con la compañía de algunas madres de los más pequeños viviesen una aventura llena de carreras y de agudo ingenio. La aventura de la búsqueda del tesoro llenó de carreras de los pequeños las calles de San Pedro de la Viña y de Santibáñez.

La actividad de pintar y colorear la cáscara de los huevos a los que previamente se les ha retirado la clara y yema del interior se ha desarrollado durante las jornadas posteriores a la Semana Santa aprovechando las vacaciones escolares y con el objetivo de conciliar la vida laboral y familiar. La Biblioteca y el Telecentro en Santibáñez y el local social en San Pedro de la Viña han sido los lugares donde se ha venido realizando el programa infantil y juvenil en sesiones matinales y de tarde alternas en una y otra localidad. Los niños han disfrutado así de una actividad lúdica durante las vacaciones que les ha servido para aprender manualidades. También han potenciado y reforzado el sentimiento de grupo en unas clases con alto contenido didáctico