La asociación cultural San Crispín organizó ayer una charla sobre la imaginería zamorana. El escultor e imaginero zamorano Ricardo Flecha habló de la importancia de los pasos que desfilan en la Pasión zamorana. Respecto a la renovación de imágenes, se mostró a favor de aplicar cánones propios de la estética castellana.

Con motivo de la inauguración del Museo de Semana Santa, y las restauraciones de imágenes que se han llevado a cabo, la asociación cultural organizó la conferencia bajo el título «La imaginería zamorana desde Ramón Álvarez hasta José Luis Alonso Coomonte».

En la conferencia, Flecha hizo un repaso de la historia de la imaginería de la provincia. Su pretensión no fue enfrentar la escultura y la elaboración de imágenes sacras, pero intentó mostrar la diferencia entre estos dos conceptos. Advirtió la coincidencia entre todos los artistas zamoranos. «Todos hemos empezado llevando a cabo una obra de imaginería, aunque posteriormente cada uno tomara caminos diferentes». La razón, según Flecha, es que el peso de la Semana Santa, tanto en Benavente como en otros lugares de la provincia, influye en gran medida a toda la sociedad, también así a los artistas originarios de esta zona.

El gran problema que advierte Flecha es la falta actual de escuelas de arte donde se enseñe este oficio. Las cofradías que necesitan adquirir más imágenes suelen acudir a Andalucía, pero señala que las del sur son diferentes en esencia a las castellanas. «En Andalucía las Vírgenes que muestran son muy jóvenes, no tienen dolor como las nuestras, sino pena. Las Vírgenes de Castilla son mayores, son imágenes de mujeres viejas» que, según Flecha, piden explicaciones por la muerte de su hijo. Flecha apuesta por una renovación de las imágenes al estilo castellano, sin importar pasos de otras regiones que no siguen las tradiciones.