Un grupo de 14 niños y jóvenes de San Cristóbal de Entreviñas vienen ensayando durante estos días un repertorio musical para abrir los desfiles procesionales de la Semana Santa de San Cristóbal. La banda de cornetas y tambores de la parroquia participará en los desfiles del Jueves Santo, Viernes Santo y Domingo de Resurrección, confirmó ayer el párroco Abelardo Febrero, impulsor desde hace unos años de la iniciativa, suspendida en algunas ocasiones «por la dejadez», al decir del cura párroco.

San Cristóbal de Entreviñas abrirá los actos semanasanteros con un Triduo a la Virgen de la Soledad el miércoles día 29 de marzo. El colofón del oficio religioso se organiza el viernes de dolores donde las Damas de la Virgen de la Soledad acompañan a la imagen por las calles. El domingo de Ramos a las 13 horas está prevista la procesión y bendición de los ramos en la plaza como acto previo a la misa solemne. Durante la tarde del martes de la semana de Pasión, un nutrido grupo de vecinos cofrades de la Vera Cruz y de la Virgen de La Soledad participa en las tareas de preparativos de las imágenes y utensilios de los oficios religiosos, así como la instalación del monumento en uno de los laterales del templo parroquial. Un Vía Crucis por las calles, desde la iglesia hasta la Cruz del Redentor se organiza en la noche del miércoles. La talla anónima del siglo XIV, del venerado Cristo, así como la de época moderna, una talla vestidera de la Virgen de la Soledad desfilan con la veneración de los devotos. Los cofrades de la Vera Cruz provistos de caperuza y las damas con peineta y mantilla de riguroso luto desfilan con las imágenes en las noches del Jueves Santo y del Viernes Santo. La vigilia pascual del sábado, la jornada más sublime para iglesia católica, da paso con la bendición del agua y distribución del líquido por las casas a la jornada del domingo a la procesión del Encuentro con el Cristo resucitado y la Virgen de la Trinidad. Un desfile previo a la solemne misa en la que el párroco felicita las pascuas «y a vivir la pascua con alegría», dice Abelardo Febrero.