M. A. Casquero

Brime de Sog completa en estos días la restauración de dos de sus señas de identidad como son las fontanas «romanas» existentes una en el Barrio de Arriba y la otra en el Barrio de Abajo. Con ayuda del Grupo de Desarrollo Macovall 2000, el Ayuntamiento ha decidido poner freno al deterioro de los elementos pétreos de estos dos conjuntos de la arquitectura local.

Con una cuantía de 11.000 euros correspondiente a la resolución de la convocatoria del Grupo de Acción Local destinando 53 euros de ayuda por habitante para proyectos no productivos, a lo que se suma ahora la intervención de obra por parte del alguacil con la disposición de losas pétreas en el pavimento del entorno, el Ayuntamiento completa la actuación prevista con el respaldo vecinal.

Brime de Sog se vino a sumar a varios de los municipios de la comarca que desisten de echar a perder sus raíces culturales que forman parte de la pequeña intrahistoria local. No en vano, estas instalaciones pétreas de siglos de antigüedad han dado origen a una de las señas de identidad de su escudo de armas municipal. Una fontana de tipología romana como símbolo de una de las dos partes tajaderas del escudo. La estructura pétrea del Barrio de Abajo se encuentra ubicada junto a la calzada romana.

La intervención de obra en las dos fontanas ha supuesto, a la vez, que las antiguas instalaciones de los lavaderos se remodelasen aunque ya no cumplan con su objetivo primigenio, en desuso hasta hace unas décadas con la llegada del agua a las casas y la instalación de pilas de lavar en los patios y corrales. La actuación acometida por la constructora vidrialesa Hermanos Marcos, avezada ya a este tipo de actuaciones de restauración, ha consistido en un tratamiento exterior de la estructura pétrea, en ambas fontanas. Se han rejuntado los bloques con mortero de cemento y se ha procedido a realizar una limpieza general de las fuentes.

Es ahora, cuando el empleado municipal viene instalando sobre el pavimento inmediato a la fontana del barrio de Abajo una disposición de losas de piedra como un paseo en su cara del naciente a donde se encuentra orientado el frontispicio de esta estructura del agua. Tanto en una como en otra fontana, en sus entornos inmediatos, se instala mobiliario urbano, bancos, papeleras y jardineras con plantas.