El próximo 22 de junio, el surtidor de autogás de la estación de servicio Camino de Santiago, en la carretera de Alcubilla, cumplirá 21 años. Es el más antiguo de la región. De hecho fue instalado en Benavente antes que se construyese la gasolinera donde presta servicio ahora, y se adelantó a los dos postes existentes en Valladolid, al único que hay en Salamanca, y al que desde el pasado mes de febrero funciona en León, inaugurado incluso por las autoridades leonesas.

Lo cierto es que en Castilla y León solo hay cinco surtidores de este carburante alternativo, que no solo es más barato y más ecológico que la gasolina o el gasoil, sino que permite en los vehículos bifuel usar ambos combustibles.

«Suministramos con cierta frecuencia a vehículos de paso y a caravanas, la mayoría de extranjeros, pero también a algunos coches de aquí. El depósito es de unos 20.000 litros», explica Alejandro, gerente de la estación de servicio.

El caso es que a pesar de sus ventajas medioambientales (como las bajas emisiones de Co2; niveles de ruido un 50% inferiores a los de un vehículo convencional; o emisiones de partículas contaminantes un 99% menos que las producidas por un motor diesel) además de las económicas -el ahorro medio por cada cien kilómetros es de cuatro euros frente a la gasolina y de 1,75 euros frente al diésel- , este carburante no está siendo muy utilizado aún pese a que la demanda sigue en aumento. Y eso que cualquier vehículo puede incorporar un depósito de GLP y combinar así los dos carburantes. En el caso del autogás, el consumo medio es de 9 litros cada cien kilómetros, lo que otorga una autonomía de unos 540 kilómetros.

El autogás-GLP para automoción es una mezcla de butano y propano que se obtiene, en su mayoría, directamente de yacimientos de gas natural. Es una alternativa económica, ecológica y segura. Permite una mejora rápida y efectiva de la calidad del aire, gracias a la reducción de las emisiones de óxidos de nitrógeno y las de monóxido de carbono e hidrocarburos, así como un ahorro económico respecto a otros carburantes tradicionales, informa la Agencia Dicyt.

La tecnología de autogás permite dotar a los vehículos de ventajas como una combustión más limpia y completa, un coste inferior frente a los carburantes convencionales, mayor duración del motor, mantenimiento más económico, mismos rendimientos y potencias que la gasolina, conducción suave, silenciosa y sin vibraciones y tiempo de repostaje similar al de los carburantes convencionales. Actualmente, varios fabricantes de vehículos comercializan modelos a autogás en España, aunque también se puede utilizar en vehículos de gasolina que ya estén en circulación mediante una sencilla transformación en talleres homologados.

Según la Asociación Española de Operadores de Gases Licuados del Petróleo (AOGLP), este producto es menos contaminante, más económico y seguro. El autogás emite menos gases y partículas nocivas, en especial frente a un vehículo diesel, está exento de compuestos como el azufre y el plomo, disminuye los niveles de ruido en un 50% y reduce las emisiones de gases de efecto invernadero en un 15% con respecto a la gasolina. Aunque reclama un mayor consumo, pero al ser un 50% más barato que la gasolina convencional, el gasto cada 100 kilómetros se reduce entre un 30% y un 40%. También se notan menos las oscilaciones del petróleo, como las que se suceden estos días por la crisis libia. Finalmente, sus riesgos son comparables a los de otros carburantes, según los operadores.