La Guardia Civil ha detenido y puesto a disposición judicial a dos presuntos cazadores furtivos tras incautarles varias cabezas de corzo. Los agentes les sorprendieron en Camarzana de Tera con nueve trofeos presuntamente procedentes de la caza furtiva. Las cabezas de los animales fueron descubiertas en un vehículo todo terreno. Tres de ellas estaba precintadas de forma irregular y las otras seis no tenían ningún tipo de preciso, según informó la Oficina Periférica de Comunicación del Instituto Armado.

La actuación de la Guardia Civil no fue fruto de la casualidad. Teniendo conocimiento de episodios de caza ilegal, con motivo de la veda del corzo y debido al pequeño tamaño de esta especie cinegética y a su fácil ocultación; el Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) había ha puesto en marcha un dispositivo especial de vigilancia con el propósito de controlar y evitar el furtivismo.

A las 13.10 horas del día domingo 15, una patrulla del Seprona inspeccionó un vehículo Mitsubishi, modelo Montero, que circulaba por la autovía A-52.

Como resultado de la inspección misma halló en el maletero del todo terreno tres cabezas de corzo macho, introducidas en un saco de plástico, precintadas de forma irregular. Los precintos se podían abrir sin dificultad al no estar cerrados.

Además también hallaron otras seis cabezas más de corzo macho sin ningún tipo de precinto, probablemente procedentes de la caza furtiva.

Los agentes procedieron a la imputación de los dos cazadores residentes en Madrid que viajaban en el vehículo por un supuesto delito contra la flora y la fauna. Los agentes del Servicio de Protección de la Naturaleza procedieron también al decomiso de dos rifles de caza mayor propiedad de los imputados.

Las diligencias instruidas fueron trasladadas al Juzgado de Instrucción y Primera Instancia número 2 de Benavente.