Las empresas instaladas en el área de servicio de Quintanilla de Urz, en el kilómetro 15 de la autovía A-52 (Rías Bajas) en sentido Galicia, reclaman al Ayuntamiento de la localidad que acondicione el acceso a los establecimientos, repletos de baches desde hace meses.

En este ramal de la autovía, el área está ocupada por el Complejo Hostelero Los Valles, por una estación de servicio de Repsol y por un Café Store. Los establecimientos se alzan a ambos lados de un camino asfaltado de titularidad municipal, sobre cuyas márgenes cada negocio ha realizado importantes inversiones en crear espacios de acondicionamiento.

Antes de tomar una u otra dirección, los vehículos, en muchos casos camiones, dejan la salida de la autovía para entrar en este camino asfaltado, donde además una señal de stop provoca confusión a los conductores por su orientación equivocada, según los empresarios.

El tramo de camino asfaltado sirve también de entrada y de salida hacia la localidad de Quintanilla de Urz, pero a la altura los establecimientos del área de servicios, el número de baches y su profundidad hace tiempo que son un problema para los empresarios y los encargados de los negocios, que han protestado a pié de hoyo y han reclamando al Ayuntamiento que al igual que cobra «impuestos y tasas» por obras y por la actividad, asuma también sus responsabilidades.

Las indagaciones realizadas por los afectados dicen que el tramo en cuestión es de exclusiva titularidad municipal y en estos términos se ha dirigido al Ayuntamiento, al parecer sin éxito. La responsabilidad de Fomento terminaría en la conexión de la salida con el citado camino».

«Estamos pagando entre 600 y 800 euros de impuestos y tenemos uno de los servicios de basura más caros. Lo normal es que el Ayuntamiento ponga también de su parte», explica uno de los afectados. Ayer, empleados del Complejo Hostelero «Los Valles» vertía zahorra en los baches para reducir el impacto de los socavones sobre la circulación y facilitar la entrada a los aparcamientos del negocio.

Según los cálculos de las empresas del área de servicios, acondicionar adecuadamente el acceso eliminando los baches no costaría más de 30.000 euros, cinco millones de pesetas, aunque el Ayuntamiento hasta ahora no ha mostrado intención, según afirman, de asumir su responsabilidad. Junto a estas tres empresas, otro restaurante y otra estación de servicio en el ramal al que se accede en sentido Benavente-Madrid, son cinco los negocios que tributan impuestos al Consistorio de Quintanilla de Urz, según sostienen.