El presidente de la Diputación Provincial de Zamora y los alcaldes de San Cristóbal de Entreviñas, Santa Cristina de la Polvorosa y Tábara rubricaron ayer en Benavente los convenios de colaboración que permitirán desarrollar 70 hectáreas de suelo industrial en las tres localidades con una inversión de 1,86 millones de euros.

Fernando Martínez Maíllo calificó esta iniciativa como una de las más «importantes» de las llevadas a cabo por Diputación, ya que se promueve suelo industrial en lugares donde hay más población y demanda de suelo, pensando también en las necesidades futuras, pese a la complejidad de las actuaciones.

«Poner en marcha suelo industrial no es algo sencillo, requiere no sólo inversión sino un montón de trámites administrativos complejos» dijo y apostilló: «pero yo creo que este reto merece la pena abordarlo y hacerlo porque un polígono industrial en un pueblo, en un municipio como los que están aquí sentados importantes de la provincia de Zamora, es una puerta abierta al futuro».

Martínez Maíllo insistió especialmente en el hecho de que la Diputación de Zamora «no hipoteca su propia capacidad de inversión» al desarrollar estos tres polígonos. «Lo hacemos con fondos de otras administraciones lo que tiene una importancia trascendental. Prácticamente el 80% de la inversión se hace con cargo fundamentalmente a fondos europeos y el resto a fondos propios», precisó y recordó que la venta de las parcelas se lleva a cabo a través de SODEZA, la empresa creada por la Diputación Provincial.

«Yo he escuchado a muchos empresarios y a las organizaciones empresariales quejarse de la falta de suelo industrial. Con estos proyectos que está poniendo en marcha la Diputación, al menos en el medio rural en los próximos años no puede haber más quejas. Se tienen que acabar, porque va a haber suelo industrial en las cabeceras de comarca, prácticamente en toda la provincia, suficiente para abordar la demanda de suelo industrial y más en una situación económica coyuntural muy compleja», argumentó Maíllo.

Estos tres polígonos industriales se vienen a sumar a los tres ya ejecutados por la institución provincial: Camarzana de Tera y Bermillo que ya están funcionando, y Alcañices, que se encuentra a punto de ver resueltos problemas relacionados con el suministro eléctrico.

El presidente de la Diputación se refirió también al polígono de Castrogonzalo para anunciar un plan de actuación y un proyecto de inversión que permita paliar el déficit de infraestructuras que padece. Martínez Maíllo mostró su confianza en que haya también inversión de otras administraciones.

Los tres alcaldes mostraron su agradecimiento por el apoyo de la Diputación. Así, Bernardo González señaló que el polígono de San Cristóbal que ahora se amplia ha dado trabajo a entre 120 y 130 personas. De la primera fase solo queda una parcela por vender y el alcalde confía en que el nuevo desarrollo incentive el asentamiento de industrias y la creación de empleo. «Esta era una aspiración que tenía desde que entré de alcalde», dijo.

El alcalde de Tábara, José Ramos San Primitivo saludó la conclusión del polígono y lo describió como «una necesidad para Tábara y comarca después de todas las inversiones que la Junta ha estado realizando con el tema de los regadíos», debido a la demanda de suelo de empresas para prestar «materiales y servicios».

Por último, el alcalde de Santa Cristina, calificó de «súper reto» el inicio de este polígono que permitirá ampliar sus instalaciones a empresarios de la localidad. Pablo Rubio recordó que hace un año cerró Intanasa y agradeció con ironía la colaboración que el partido de la oposición tuvo, incluso siendo gobierno, con este cierre. Rubio recordó también las críticas a la variante que ahora conectará con el polígono.

«Ya se han creado 130 puestos de trabajo y solo queda una parcela por vender. Esta ampliación era una aspiración que tenía desde que comencé de alcalde»