El Consejo de Gobierno de Castilla y León declaró ayer Bien de Interés Cultural (BIC) la villa romana de Camarzana de Tera con categoría de zona arqueológica, delimitando también la zona afectada por la declaración. A partir de ahora los restos arqueológicos pasan a formar parte del Catálogo de Bienes de Interés Cultural de España, con ello se le aplicará a este bien patrimonial, con carácter preventivo, toda la protección jurídica prevista en las leyes.

En cuanto a la delimitación de la zona, esta se justifica en el cálculo realizado a partir de los estudios arqueológicos efectuados sobre la superficie de la villa, para lo que se ha tenido en cuenta su ubicación en el centro urbano actual y la identificación del ábside de la actual iglesia como parte correspondiente a un edificio de la villa.

La villa romana de Camarzana de Tera, descubierta en el siglo XIX, constituye uno de los yacimientos más relevantes tanto por la amplitud y suntuosidad de las estructuras encontradas como por la calidad y singularidad de los pavimentos musivos descubiertos. Su ubicación en uno de los valles más fértiles de la comarca y su proximidad al trazado de la vía Asturica-Bracara Augusta la convierte en un enclave fundamental para completar el conocimiento sobre la articulación del poblamiento y la explotación económica del territorio en época bajoimperial en la Meseta.

Con la finalidad de proteger el enclave de las lluvias a primeros de este año se realizaron obras de construcción de una cubierta promovidas por la Consejería de Cultura y Turismo de la Junta de Castilla y León que supusieron una inversión de 153.000 euros. Concretamente se instaló una estructura metálica para soportar la cubierta de chapa. También se fijaron los taludes de tierra resultantes de la excavación mediante la colocación de mallas de alambre galvanizado, se cubrieron con una capa de arena los mosaicos descubiertos y se realizó la canalización de aguas pluviales.

Los restos de la villa romana de Camarzana de Tera están protegidos por una infraestructura metálica que evita que el agua de lluvia cause desperfectos en el yacimiento arqueológico. Lo que no se explica es que junto al lugar se encuentren numerosos contenedores de residuos que afean los alrededores del espacio protegido. Es previsible que la declaración de Bien de Interés Cultural sirva para «limpiar» la zona.

Los datos

El proceso. La Junta de Castilla y León inició el expediente para declarar BIC esta villa romana en octubre del año 2008. Ese mismo año formalizó la compra del solar por 173.888 euros.

La declaración. Esta declaración supone que ahora los restos arqueológicos pasan a formar parte del Catálogo de Bienes de Interés Cultural de España, con ello se le aplicará a este bien patrimonial, con carácter preventivo, toda la protección jurídica prevista en las leyes.